Miami (EE.UU).- Las cifras son alarmantes: cada hora un recién nacido en Estados Unidos lleva en su sangre la adicción, en especial de medicamentos, de su madre.
El número de bebés que nace con el denominado Síndrome de Abstinencia neonatal se triplicó entre el año 2000 y el 2009, de acuerdo a un estudio que publicó la revista "Journal of the American Medical Association". Según el reciente estudio, que agrega que los pequeños llevan en la sangre la huella del consumo excesivo de medicamentos de la madre, especialmente calmantes y analgésicos para aliviar el dolor. Esos registros mostraron que la tasa de bebés nacidos con síntomas de abstinencia opioide creció de uno de cada 1.000 en el 2000 a más de tres de cada 1.000 en el 2009. Eso equivale a unos 13.500 recién nacidos en el 2009 en Estados Unidos.
El incremento de esta cifra se debe fundamentalmente al uso de calmantes de dolor y analgésicos. El informe, citado por CNN, destaca que de cada mil niños que nacieron en el 2010, tres son adictos a ese tipo de medicamentos.
La investigación, también halló que la cantidad de nuevas mamás que arrojan resultados positivos al consumo de opioides se quintuplicó en el mismo período. Los opioides incluyen a analgésicos (medicamentos para tratar el dolor) y drogas como la oxicodona, la codeína, la morfina, la heroína, la metadona y otras.
El estudio advierte que la causa principal del incremento del síndrome de abstinencia en los bebés se debe al abuso de medicamentos por parte de las mujeres.
Entre otras consecuencias, los niños que nacen con éste síndrome tienden a ser más irritables, a sufrir temblores, intolerancia a ciertos alimentos, convulsiones y problemas para respirar. El estudio subraya que además que estos niños son más propensos a nacer prematuros, y a presentar dificultades en el aprendizaje.
"Este estudio es parte de una advertencia mayor por el hecho de que los opioides se están volviendo un gran problema en este país", dijo el doctor Stephen Patrick, de la University of Michigan, quien trabajó en el estudio.
El aumento en el número de bebés nacidos de madres que consumen esas drogas no sólo está causando problemas de salud, sino una carga mayor sobre el programa federal de cobertura médica para los pobres Medicaid, indicaron los autores.
Charles Schumer, senador demócrata por el estado de Nueva York, cree que este problema se ha convertido en una crisis nacional para los bebés. Schumer realizó una llamada a la Dirección Federal de Medicinas y Alimentos para que cambie las etiquetas de los medicamentos recetados donde se advierta a las mujeres embarazadas los peligros de estas drogas, peligros que pueden llegar a amenazar el desarrollo del recién nacido.