FOTO: El investigador salteño Leonardo Acuña encabezó el estudio (Foto: Conicet).
Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Un viejo medicamento usado para infecciones en nariz y garganta reveló un nuevo e inesperado uso de la mano de científicos argentinos. El trabajo realizado por el salteño Leonardo Acuña y la jujeña Natalia Corbalán apunta a mitigar los daños neuronales generados por el Parkinson. Ambos son investigadores del Conicet y docentes de la Universidad Nacional de Salta.
El estudio,
publicado en la revista científica "Cells", señala que
el antibiótico rifampicina y,
en especial su forma “oxidada” que se llama
rifampicina quinona, es capaz de
prevenir la muerte de neuronas ocasionada por una inflamación en el cerebro.
Esta inflamación es generada por una proteína que produce sustancias tóxicas. El antibiótico mencionado actúa inhibiendo esas toxinas. Previo a esta investigación ya se conocía que la rifampicina tiene acción antiinflamatoria y que puede ayudar en enfermedades neurodegerativas, pero se desconocía cuál era el mecanismo.
Los resultados de las pruebas in vitro fueron “alentadores” para los expertos. Sin embargo, aseguraron que resta un largo camino por recorrer hasta llegar a la etapa de ensayos en personas.
Acuña señaló que cuando a un paciente se le diagnostica la enfermedad de Parkinson, ya existe un daño neuronal y, por lo tanto, el antibiótico no puede revertirlo. A su turno, Corbalán comentó que en un futuro este estudio y otros similares pueden representar nuevas posibilidades para la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
En diálogo con Con Bienestar, Acuña señaló que ensayos anteriores en Japón sobre leprosos permitió encontrar los efectos de la rifampicina sobre la demencia, pero en el estudio actual del Conicet, se encontró que un derivado de ese antibiótico, la “rifampicina quinona” era en realidad el elemento que aportaba mayores beneficios sobre el Parkinson.
A esta tendencia en la bioquímica se la denomina “reposicionamiento de drogas” e implica una nueva indagación sobre posibles efectos desconocidos de fármacos ya usados.
En el trabajo del Conicet participaron además Rosana Chehín y Florencia González Lizárraga (Tucumán), Elaine del Bel (Brasil) y Patrick Michel (Francia).
En el trabajo del Conicet participaron además Rosana Chehín y Florencia González Lizárraga (Tucumán), Elaine del Bel (Brasil) y Patrick Michel (Francia).