18/11/2006 
Por el Dr. Sergio Zimmer.

Es una sensación urente o quemante, dolorosa que se presenta en el esófago, el cual está justo debajo del esternón. El dolor suele originarse en el pecho y puede irradiarse hacia el cuello o la garganta. El síntoma habitual generalmente se produce cuando la secreción de ácido clorhídrico del estomago es particularmente elevada o éste ha irritado el esófago por su reflujo.

EL HELYCOBACTER PYLORI

Si bien se creía que todos estos procesos estaban provocados por la hipersecreción ácida, hoy se sabe que el H. Pylori es el causante de trastornos en la mucosa gástrica. La ureasa producida por el microorganismo cataliza la transformación de urea en amoníaco, el cual le permite sobrevivir en el entorno ácido del estómago. Pero puede erosionar la barrera mucosa y producir una lesión epitelial.


CAUSAS COMUNES

Reflujo gastroesofágico (ERGE)
Casi todos experimentamos de manera ocasional la acidez o pirosis, pero si ésta se presenta de manera frecuente y progresiva, se puede estar sufriendo la enfermedad del reflujo gastroesofágico. El reflujo se presenta cuando el alimento o los líquidos se devuelven desde el estómago hasta el esófago (el tubo que va desde la boca hasta el estómago). Este material parcialmente digerido es usualmente ácido y puede irritar el esófago, ocasionando con frecuencia acidez y otros síntomas.


Normalmente, cuando la persona traga, las fibras musculares del esófago se mueven en olas con el fin de empujar el alimento hacia el estómago y justo después de que el alimento ha ingresado allí, una banda de músculo que se encuentra al final del esófago, denominada esfínter esofágico inferior, cierra el esófago. Si este músculo no logra cerrarse bien, los contenidos del estómago pueden devolverse al esófago originando acidez y otros síntomas.

La acidez es más probable que ocurra si la persona tiene una hernia hiatal, que se da cuando la parte superior del estómago protruye hacia arriba dentro de la cavidad torácica, lo cual debilita el esfínter esofágico inferior y facilita el reflujo de ácido desde el estómago hacia el esófago.

La acidez puede aparecer o empeorar por el embarazo.

Por medicamentos
La pirosis o acidez puede también ser un efecto secundario de ciertos medicamentos, entre los cuales se incluyen:

- Bloqueadores de los canales de calcio para la alta presión.
Por ejemplo, la amlodipina, la nifedipina y el verapamilo.

- Bisfosfonatos para la osteoporosis.
Por ejemplo, el alendronato y el risedronato.

- La progesterona, hormona femenina, utilizadas para el sangrado menstrual anormal o como anticonceptivo.
Por ejemplo, la medroxyprogesterona

- Aspirina o medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno.
El uso continuado de analgésicos perturba la defensa y reparación de la mucosa estomacal, haciéndola más susceptible al ataque ácido.

- Ciertos broncodilatadores para el asma, como la teofilina.

- Antidepresores tricíclicos. Como la amitriptilina y la nortriptilina.

- La dopamina para el mal de Parkinson.

- Sedantes para el insomnio o la ansiedad.

- Bloqueadores Beta para la presión alta o para la enfermedad cardiaca, como el atenolol.


CUIDADOS EN EL HOGAR

Es importante prestar atención a la acidez y tratarla.

Esto es importante si la persona siente con frecuencia acidez o síntomas relacionados, dado que con el tiempo, un reflujo continuo puede lesionar las paredes del esófago y ocasionar serios problemas. Sin embargo, la buena noticia es que a menudo, el reflujo se presentará con menor frecuencia o desaparecerá completamente después de hacer cambios simples en la vida cotidiana. Dichos cambios pueden contribuir a la prevención de la acidez y de otros síntomas de la enfermedad de reflujo gastroesofágico.


Ponga en práctica los siguientes consejos:
Ante todo se deben evitar los alimentos y bebidas que puedan desencadenar el reflujo tales como:

- Alcohol, café, té, colas y otras bebidas con cafeína y carbonatadas.

- Jugos y frutas cítricas – Chocolate - Tomates y salsas - Alimentos condimentados y grasos (incluyendo productos lácteos abundantes en grasa)


Cambie los hábitos alimentarios

- Ingiera comidas en pequeñas porciones, ya que un estómago lleno ejerce una presión extra sobre el esfínter esofágico inferior (LES, por sus siglas en inglés), aumentando así las posibilidades de que el alimento se devuelva al esófago.

- Las temperaturas de los alimentos son importantes. El excesivo frío o calor son irritantes de la mucosa gástrica. Se aconseja comerlos templados.

- Evite irse a dormir o recostarse antes de 2 ó 3 horas después de comer.

Acostarse lleno hace que los contenidos del estómago ejerzan más presión sobre el esfínter esofágico inferior, aumentando las probabilidades de que el alimento se devuelva.

- Evite agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer.

Se recomienda levantar los objetos conservando erguida la parte superior del cuerpo y doblando las rodillas.

- Tome mucho líquido, especialmente al tomar medicamentos.


Cambie su actual estilo de vida

- Baje de peso.

El sobrepeso puede hacer que los contenidos del estómago se devuelvan al esófago ya que la obesidad aumenta la presión abdominal. En algunos casos, los síntomas de la enfermedad de reflujo gastroesofágico desaparecen por completo después de que una persona con sobrepeso pierde de 10 a 15 kilos.

- Abandone el cigarrillo, éste produce gastritis aguda.

El humo del cigarrillo contiene químicos que debilitan el esfínter esofágico inferior.

- Duerma con la cabeza levantada.

Unos 15 - 20 centímetros del plano horizontal de la cama, ya que cuando se duerme con la cabeza a un nivel más alto que el estómago se reduce la posibilidad de que los alimentos parcialmente digeridos se devuelvan al esófago.

Sin que se corra ningún peligro, se aconseja colocar libros, ladrillos o bloques debajo de las patas de la cama en la parte de la cabecera o colocar una almohada de forma de cuña debajo del colchón. Dormir con almohadas extra NO funciona bien para aliviar el reflujo o la acidez.

- Evite el uso de correas o vestimentas apretadas alrededor de la cintura, debido a que estos aprietan el estómago y pueden hacer que los alimentos se devuelvan al esófago.

- Reduzca el estrés.

Trate de no trabajar mientras come. El estrés puede empeorar los síntomas.

Se puede probar relajación con el yoga, el tai chi o la meditación.

Para muchas personas, el hecho de hacer estos cambios en el estilo de vida establece una gran diferencia en el alivio de la acidez. Si no se logra un completo alivio, se pueden ensayar medicamentos de venta libre como los siguientes:

- Antiácidos, como Mylanta, los cuales funcionan neutralizando los ácidos estomacales.

- Los bloqueadores H2, como el Taural que reduce la cantidad de ácido que produce el estómago.

Si estas medidas no funcionan, es importante hacer una consulta médica.


CUANDO SE DEBE CONSULTAR AL MÉDICO

- Si experimenta vómito de material sanguinolento o negro como granos de café.

- Si presenta heces de color negro (como el alquitrán) o marrón.

- Si presenta sensación de quemazón acompañada de un dolor de presión u opresión.

OJO: Algunas veces un ataque cardíaco se confunde con la pirosis.

- Si los síntomas empeoran con antiácidos o con bloqueadores H2.

- Si el problema se vuelve frecuente o no desaparece después de unas semanas de haber practicado medidas de cuidados personales.

- Si la persona empieza a bajar de peso de una manera involuntaria.

- Si se presenta dificultad para tragar o se experimenta una tos o sibilancias o dificultad respiratoria persistente o inexplicable.

NUNCA se debe cambiar o suspender medicamentos que se toman con regularidad sin previa autorización médica o sin tener las instrucciones sobre cómo hacerlo.


DIAGNÓSTICO
Los síntomas, lo que la persona come o bebe, los medicamentos que está tomando y el estilo de vida usualmente son suficientes para hacer un diagnóstico claro, pero si dicho diagnóstico no es claro para el médico, se pueden requerir uno o más exámenes.

El examen de certeza es la:

- Endoscopia del tracto digestivo superior para mirar el revestimiento interior del esófago y el estómago.

Si los cuidados personales no han tenido éxito, es posible que el médico prescriba medicamentos más fuertes que los de venta libre para reducir la secreción de ácido.

Cualquier señal de sangrado requiere un plan de tratamiento más complicado.

Dr. Sergio Zimmer - Médico – Periodista y Docente Universitario.
Conductor de “Proyecto Salud”.-
Columnista de Agencia Comunas - Publicado el 17 de Noviembre de 2006.
www.agenciacomunas.com.ar





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