abuso_de_alcohol_0_tmb.jpg
12/1/2013 

La concientización de los peligros del exceso de alcohol en los adolescentes depende de los adultos. El abuso de alcohol puede provocar afecciones fatales.


Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Los adultos "parten de una idea errónea" al considerar que la ingesta de alcohol entre los jóvenes "es un hábito propio de la adolescencia, que no entraña consecuencias graves”. Pocos saben que cuando un adolescente empieza a consumir grandes cantidades de alcohol en pocas horas tiene alto riesgo de sufrir trastornos neurológicos, cardíacos, digestivos y metabólicos, convulsiones, desvanecimientos, coma alcohólico y hasta la muerte.

Lo mismo ocurre con el gin o el tequila que los adolescentes suelen mezclar con energizantes que enmascaran los síntomas de ebriedad, lo que les permite tomar más, aunque los efectos del energizante duran poco en el organismo, poco tiempo después de tomarlo caen abruptamente bajo los efectos del alcohol.

La intoxicación por exceso de bebidas alcohólicas abarca más del 30% de los casos asistidos en el servicio de toxicología del hospital público. Los más vulnerables son los adolescentes y jovenes entre los 12 y 25 años.

- Razones para no tomar alcohol

El abuso del alcohol genera violencia. Reduce el autocontrol y la capacidad para procesar la información del individuo, disminuyendo su habilidad para reconocer signos de alerta en una situación violenta. El bebedor pierde consciencia de sus actos y llega a la violencia fácilmente ocasionando daños a otros, sobre todo a los seres más cercanos.

El alcohol y el volante no son buenos amigos. El consumo exagerado de bebidas alcohólicas, afecta varias funciones del organismo fundamentales para que los conductores estén alertas. Al consumir alcohol los movimientos son más lentos por lo que el tiempo de reacción disminuye, se pierde la noción de la velocidad y la coordinación de los movimientos. Además afecta la vista disminuyendo el campo visual. Todas estas reacciones pueden ser causantes de accidentes con consecuencias fatales, no sólo para el conductor y los tripulantes, sino también para los demás automovilistas.

Relaciones de alto riesgo. Se ha comprobado que el consumo de alcohol incrementa el impulso del deseo sexual debido a que relaja y desinhibe conductas, por lo que el consumidor pierde el control de sus emociones. Si bien tener relaciones sexuales no significa mayor riesgo, la situación se complica cuando al consumir grandes cantidades de alcohol el individuo no piensa en los peligros del sexo sin protección, por tanto puede contraer un sinfín de enfermedades de transmisión sexual incluyendo el SIDA o el Virus del Papiloma Humano.

El alcohol durante el embarazo puede dañar al bebé. Un bebé puede sufrir alteraciones y daños en el organismo desde antes de nacer. Si una mujer abusa del consumo de alcohol durante el embrazo puede afectar al desarrollo del bebé, causándole síndrome del alcoholismo fetal, provocando un crecimiento deficiente del niño, disminución de tono muscular, mala coordinación y problemas del pensamiento, el lenguaje o las habilidades sociales.

El alcohol como droga. El alcohol tal como las drogas puede generar dependencia, tolerancia o síndrome de abstinencia, por lo que una vez que se convierte en una adicción es difícil de erradicarla. La dependencia se refiere a la necesidad de seguir consumiendo la bebida porque genera placer o reduce un malestar; la tolerancia es la resistencia que genera nuestro cuerpo al alcohol y por tanto cada vez necesita más para sentir el mismo efecto; y finalmente el síndrome de abstinencia se produce cuando se deja de consumir alcohol de manera súbita y se manifiestan síntomas como temblor, sudoración, taquicardia y ansiedad.

Daños al corazón y al cerebro. El abuso del consumo de alcohol trae consigo trastornos cardiovasculares que van desde alteraciones del ritmo cardiaco, hipertensión, muerte súbita o accidentes cerebrovasculares que se originan cuando el flujo de la sangre no llega al cerebro, provocando un derrame. Algunos de los síntomas de este tipo de accidentes son: dolor de cabeza, cambio de lucidez mental, en la audición, en el sentido del gusto y en la sensibilidad --es decir, afecta al tacto o a la capacidad para sentir dolor.

Trastornos digestivos. Consumir en exceso alcohol puede tener como consecuencia afecciones de tipo digestivo en diferentes niveles como: reflujo, hernia hiatal, gastritis, úlcera de estómago, pancreatitis, falta de vitaminas y proteínas, así como alteraciones hepáticas como el hígado graso o la cirrosis, todas ellas enfermedades que si no son detectadas y controladas pueden ser fatales.

El alcohol puede traer problemas de memoria. El consumo de alcohol sin control también puede causar daños en el sistema nervioso, provocando sensación de debilidad muscular y dolor o calambres en brazos y piernas. Además, puede provocar la enfermedad de Wernicke afectando el pensamiento, los sentimientos y la memoria. Aunque este mal es tratable y reversible, si no se detecta a tiempo puede progresar en el síndrome de Korsakoff que no tiene cura y en el que, aunque parezca que la persona está mentalmente sana, manifiesta problemas para aprender y memorizar principalmente.

Existe una relación directa entre al alcohol y el cáncer. De acuerdo a la OPS el consumo de alcohol en grandes cantidades está relacionado directamente con el desarrollo de enfermedades como el cáncer. En América Latina, los tipos de cáncer más reportados debido al exceso del alcohol son: bucal, de esófago, de colon y recto, hepático y de mama.

La dependencia física al alcohol. El alcoholismo es una enfermedad en la que el individuo tiene una fuerte necesidad de ingerir alcohol, al grado de ser una dependencia física. Una persona alcohólica no conoce límites sobre su consumo y afecta a todo su entorno. Además de provocar daños a la salud, violencia y adicción, el alcoholismo obliga al individuo a aislarse de la sociedad y la familia, trayendo consigo depresión y ansiedad. Esto lo puede llevar a beber más, creando un círculo vicioso del que es posible salir con ayuda de profesionales y el apoyo de los seres queridos.

- Recomendaciones para tener en cuenta

1- Promover el diálogo entre padres e hijos para que los mayores ayuden a tomar conciencia de los riesgos enunciados

2- El consumo de alcohol predispone a todo tipo de accidentes porque los reflejos disminuyen al igual que las capacidades psicomotrices, y esto expone a colisiones vehiculares, caídas, desvanecimientos y atropellos en la vía pública

3- La ley vigente establece que una persona no debe conducir si tiene más de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre y para llegar a este nivel no hace falta mucho

4- Se calcula que una persona que pesa 70 kilos llega al límite con sólo dos ´chops´ de cerveza, o dos vasos y medio de vino o dos medidas de whisky. Pero los efectos negativos aparecen mucho antes, con sólo 0,15 gramos la persona tiene disminuidos sus reflejos




print.gif  friend.gif