8/3/2005 

Asesino silencioso.

La hipertensión inducida por el embarazo, o toxemia del embarazo, es un cuadro clínico que aparece exclusivamente durante la gestación, cuyos síntomas se evidencian luego de la semana número 20. Se define a la hipertensión en este caso, cuando las cifras de presión arterial mínima (diastólica) son iguales o mayores a 90 milímetros de mercurio en dos o más determinaciones consecutivas, con 4 horas o más de diferencia entre cada medición.

FACTORES DE RIESGO HIPERTENSIVO: Embarazo adolescente; primer embarazo, si el mismo se produce luego de los 35 años de la madre; embarazo múltiple, antecedentes familiares, donde el riesgo es mayor en hijas y nietas de mujeres que han presentado este cuadro; bajo nivel socioeconómico; y enfermedades asociadas, como la diabetes nefropatía, Enfermedades Autoinmunes, entre otras. Aproximadamente el 10% de los embarazos presentan algún grado de hipertensión.

CONTROLES PRENATALES:- Valores sanguíneos de presión.- Presencia de edemas y retención de agua y sales. - Curva de aumento de peso.- Rutina de laboratorio. La hipertensión es un asesino silencioso. La mamá hipertensa no tiene dolores, cree que todo está bien. No visitar al médico porque no se siente nada es un error. Es importante controlarse; cuanto antes se diagnostique, antes empezará el tratamiento y menor será la probabilidad de presentar complicaciones. Sólo con prevención, y un control adecuado una embarazada con alta presión puede llegar a buen término.

TIPOS DE HIPERTENSION
Diversas formas clínicas conforman el cuadro de hipertensión en el embarazo:
• Hipertensión gestacional: Es aquella que se presenta luego de la semana 20 de gestación, durante el parto o inmediatamente después del mismo, generalmente en las siguientes 48 hs.
• Proteinuria gestacional: Eliminación de proteínas con la orina sin acompañarse de hipertensión.
• Preeclampsia: Donde encontramos hipertensión y eliminación de proteínas con la orina.
• Eclampsia: Aparecen convulsiones generalizadas no provocadas por epilepsia u otras enfermedades convulsivantes.
• Hipertensión crónica: Aumento de la presión arterial detectado en la primera consulta prenatal antes de la vigésima semana de gestación o, en cualquier momento del embarazo si se conocía una hipertensión previa, o seis semanas posteriores al parto.
• Enfermedad renal crónica: Pérdida de proteínas con la orina detectada en la primera consulta prenatal antes de la vigésima semana de gestación, o cuando dichas pérdidas persisten luego de los 42 días del parto.
• Hipertensión crónica con preeclampsia sobreagregada: Cuando aparece pérdida de proteínas con la orina sobre un cuadro de hipertensión en el curso del embarazo y desaparece luego del parto.
La hipertensión inducida por el embarazo (HIE)
Es un cuadro caracterizado por hipertensión, retención de líquidos y edema, disminución del flujo sanguíneo, vasoconstricción y presencia de proteínas en orina. Cuando se presenta el edema, puede ir acompañado de mareos, dolores de cabeza, alteraciones visuales, anorexia, náuseas y vómitos.
Se diagnostica HIE con una presión de 14 de máxima y 9 de mínima.
Las causas de la HIE se desconocen, pero su presencia se relaciona con la pobreza, falta de cuidados prenatales y mal estado nutricional.


EL EMBARAZO PUEDE COMPLICARSE CON DOS IMPORTANTES DESÓRDENES HIPERTENSIVOS:
La pre-eclampsia es una patología compleja que ocurre sólo en la 2º mitad del embarazo. Comprende manifestaciones tanto maternas como fetales y habitualmente predice un pobre resultado perinatal.
La hipertensión crónica (hipertensión que comienza antes de la concepción, ya sea diagnosticada o no en ese momento) usualmente afecta a mujeres multíparas y se asocia con resultados significativamente mejores a los de mujeres con pre-eclampsia. La incidencia de hipertensión crónica en el embarazo oscila entre el 1 y el 5%.Las tasas aumentan con la edad y el peso de la embarazada.
Diagnóstico de hipertensión crónica Historia de hipertensión arterial con anterioridad al embarazo TA elevada antes de las 20 semanas de gestación, persistencia más allá de las seis semanas post-parto o ambos hechos juntos. Un dato sugestivo de hipertensión crónica cuando la paciente se presenta luego de las 20 semanas, es la multiparidad, o el antecedente de hipertensión en un embarazo previo.
Cuando la paciente es vista por primera vez después de las 20 sem. , el diagnóstico puede dificultarse, ya que la presión arterial tiende a disminuir durante el embarazo. Por lo tanto, una paciente con hipertensión crónica que sea vista por primera vez en la semana 20 de embarazo puede parecer normal, sin embargo, en el tercer trimestre, la tensión arterial puede volver a sus valores previos al embarazo, planteando un difícil diagnóstico diferencial.
Preeclampsia
El diagnóstico de esta patología se basa en una tríada, que además de definirla ayuda a su pronóstico: Edema, proteinuria e hipertensión.


CUADRO CLÍNICO
El rápido y exagerado aumento de peso representa el primer signo que nos sugiere un cuadro hipertensivo durante el embarazo. Este aumento de peso se produce por la gran retención y acumulación de líquidos, manifestándose como hinchazón de pies, piernas, manos, brazos y la cara.
Aumento de las cifras de presión arterial. Cuando las cifras de presión arterial mínima (diastólica) superan los 100 mm Hg puede aparecer un intenso dolor de cabeza y en el abdomen, formando el cuadro denominado inminencia de eclampsia.
Finalmente, aparece la eclampsia, la cual resulta de la progresión de la preeclampsia hasta que aparecen las convulsiones y/o el coma, pudiendo presentarse durante el embarazo, el parto o en las siguientes 24 horas.
Todo este cuadro puede provocar lesiones en la placenta y un aumento en la actividad del útero, lo que terminará deteriorando la función de la placenta como consecuencia de la disminución del aporte sanguíneo de la madre. Puede provocar un retardo en el crecimiento del hijo con el consiguiente nacimiento de niños pequeños para su edad gestacional.
La consecuencia es un daño en los vasos sanguíneos que nutren a la placenta, disminuyendo el volumen de sangre que llega al útero, lo que origina una disminución en la alimentación del feto. Por esto el niño puede nacer con la necesidad de realizar una cesárea, con bajo peso o prematuro.


PREECLAMPSIA:
Riesgo materno - • Convulsiones • Hemorragia cerebral
• Desprendimiento de placenta
• Trastornos de la Coagulación Insuficiencia renal
• Rotura hepática • Edema de pulmón • Muerte

Riesgo Fetal - • Retardo de crecimiento intrauterino
• Prematurez • Sufrimiento fetal • Muerte

EL CUADRO MÁS GRAVE DE HIPERTENSIÓN SE LLAMA ECLAMPSIA, puede presentar convulsiones y posibilidad de entrar en coma. De producirse, generalmente es en la segunda mitad del embarazo. La crisis más severa puede llevar a la pérdida del embarazo, la muerte de la mamá o del bebé.


TRATAMIENTO
Se suele indicar reposo y medicación, pero “cuidado” algunas drogas pueden afectar al feto. El reposo se debe porque al estar tranquila, la mamá consume menos oxígeno y el torrente circulatorio queda más a disposición del bebé. Es conveniente de todas formas que al reposo y a la medicación se le sume una dieta levemente baja en sodio, es decir no abusar de la sal y dejar para excepciones embutidos, fiambres, productos salados, productos enlatados, sopas concentradas, caldos concentrados y quesos duros. Los controles son muy importantes, no van a prevenir la hipertensión pero permiten actuar a tiempo. Cuanto más rápido se diagnostique, hay más chances de evitar daño a la mamá y al bebé.
1- El primer objetivo del tratamiento es la prevención de sus complicaciones. La correcta atención prenatal, el monitoreo cuidadoso de la tensión arterial durante la gestación pueden reducir la aparición de las formas más severas de esta patología. La correcta decisión respecto a donde y cuando debe nacer ese niño también puede contribuir a mejorar su supervivencia. Frente a un cuadro severo sin dudarlo se deberá derivar a la paciente a Centros de Alta Complejidad que puedan asistir a ambos, madre e hijo, con la adecuada tecnología.
2 - Actualmente el único tratamiento definitivo es la terminación del embarazo, por lo tanto debemos brindarle a la madre hipertensa y a su bebé la mejor y más oportuna resolución. Los objetivos principales consisten en diagnosticar precozmente para prevenir y controlar las convulsiones, prevenir el sufrimiento del hijo y asegurar la supervivencia de la madre.
El tratamiento específico consiste en controlar las manifestaciones clínicas, por lo que no debe suspendérselo cuando se ha logrado dicho objetivo. La hospitalización es de vital importancia para asegurar el reposo de la madre. Cuando la pre-eclampsia es grave, el sulfato de magnesio es la indicación para prevenir las convulsiones; como así también fármacos para disminuir la presión arterial.
La eclampsia es una emergencia, por lo que debe ser tratada cuanto antes para evitar serias complicaciones, tanto para la madre como para el hijo.

Dr. Sergio Zimmer Médico – Docente Universitario. Conductor de “Proyecto Salud”
Columnista Revista Saber Vivir - Publicado el 27 de Noviembre de 2004. Pag. 22-23.



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