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14/2/2020 

En la Argentina, nacen al año unos 7 mil niños y niñas con esta patología. Debido a la fragilidad de sus pulmones, tienen mayor riesgo de complicaciones, como bronquiolitis o neumonía.

 

Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Especialistas de todo el mundo buscan concientizar sobre una problemática que, si se diagnostica precozmente, puede ser abordada a tiempo. Se trata de las cardiopatías congénitas (CC), es decir, malformaciones del corazón producidas durante la vida fetal, consideradas el defecto congénito más común del mundo. 
 
- Cardiopatía congénita
 
La CC es una anomalía en la estructura y el funcionamiento del corazón debido a una malformación del mismo órgano o de los vasos sanguíneos cercanos, durante el desarrollo embrionario. Esta afección debilita el sistema cardiopulmonar de los bebés, exponiéndolos a contraer severas infecciones respiratorias por el virus sincicial respiratorio (VSR), virus influenza, neumococo, bordetella pertussis y otros agentes infecciosos que afectan a la población general  y que se manifiestan a través de una neumonía o bronquiolitis. De este modo, y  a causa de estas infecciones, los bebés con problemas del corazón requieren más del doble de internaciones que las habituales por su afección cardíaca.
 
La mayoría de las CC se presentan como un defecto aislado sin asociación con otras enfermedades. También pueden ser parte de diversos síndromes genéticos y cromosómicos (como el síndrome de Down).
 
Si bien para la mayoría de los defectos congénitos no se puede identificar una causa conocida, se sabe que el consumo de alcohol y de ciertas sustancias químicas durante el embarazo, como así también ciertas infecciones como la rubéola, pueden contribuir a su  desarrollo.
 
El Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas (PNCC) del Ministerio de Salud de la Nación es el encargado de coordinar la derivación, traslado, tratamiento y seguimiento de niños sin obra social que padecen cardiopatías congénitas en las 24 jurisdicciones del territorio nacional.
 
A través del PNCC, el Ministerio de Salud de la Nación realizó durante 2016 más de 1.800 cirugías gratuitas en todo el país a niños y niñas con cardiopatías congénitas sin cobertura formal de salud en los centros cardiovasculares tratantes para su resolución quirúrgica
 
En su totalidad, el número de casos registrados de cardiopatías congénitas llegó a 4.505 en 2016. Sumados a las estadísticas, completan un total de 26.309 desde 2010.
 
Uno de cada cien recién nacidos presenta alguna cardiopatía congénita, es decir, una malformación del corazón que se produce durante la vida fetal.
 
En la Argentina, nacen al año unos 7 mil niños y niñas con esta patología.
 
Alrededor del 50% de estos niños requieren cirugía en el primer año de vida y dos terceras partes son solucionables con diagnostico oportuno y tratamiento.
 
Los niños cardiópatas son pacientes de alto riesgo frente a las enfermedades respiratorias. Hay trabajos en la Argentina que muestran que un 3% de la población pediátrica de 0 a 2 años tiene bronquiolitis en épocas de epidemia, y que la internación del grupo enfermo es del 3% en la población sin riesgo. El problema cambia cuando se habla de los niños de alto riesgo. Ademas las internaciones por VSR duplican a las producidas por otros virus. Y tiene más injerencias en aquellos pacientes con cardiopatías congénitas que causan insuficiencia cardíaca.
 
El impacto de una enfermedad por VSR puede ser también grave en otro sentido, ya que las dolencias no terminan cuando el bebé es dado de alta sino que pueden durar semanas. Los encargados del cuidado de estos niños con VSR han informado que su salud empeora considerablemente hasta dos meses después de haber sido dados de alta. Y lo que también es preocupante es que, para corregir el defecto congénito con el que nacen, muchos de estos niños requieren una o más cirugías en el primer año de vida; y una cirugía cardíaca realizada en un bebé con signos de infección respiratoria, en general, se asocia a un elevado riesgo de complicaciones post-operatorias. Por eso, a pesar de ser tan necesaria, muchas veces la cirugía se debe postergar sumando incertidumbre y angustia a la familia.
 
La patología respiratoria agrava la insuficiencia cardíaca generada por la cardiopatía y el paciente empeora, retrasando la indicación quirúrgica. A veces, el tiempo de internación postquirúrgica se prolonga o los pacientes quedan dependientes de oxígeno. De todas maneras,  existen recomendaciones de inmunización brindadas por el Ministerio de Salud de la Nación, que previene la infección respiratoria en pacientes de riesgo, como prematuros y cardiópatas
 
- ¿Cuál es el tratamiento?
 
Ante la sospecha de cardiopatía congénita, se realiza una ecocardiografía. Esta técnica diagnóstica permite evaluar la estructura y la función del corazón. Algunos tipos de cardiopatía congénita pueden no precisar tratamiento, ya que ciertos casos se resuelven espontáneamente durante el desarrollo. Otras veces, según la clase de cardiopatía congénita, los tratamientos son muy diversos. Por ejemplo, cuando la cardiopatía compromete la circulación de la sangre o su oxigenación, generalmente son necesarias correcciones quirúrgicas o intervenciones realizadas mediante un cateterismo. En los casos más graves puede que incluso sea necesario un trasplante cardíaco.
 
En el país hay 14 centros en los que pueden tratarse estas cardiopatías, pero sólo en tres se hacen las intervenciones de alta complejidad: el Garrahan y el Gutiérrez (en la ciudad de Buenos Aires) y en El Cruce, de Florencio Varela. En siete años se han hecho unas 12 mil cirugías. “Antes un niño debía esperar entre un año y un año y medio para operarse, y ahora se opera en dos meses”. “Todas las operaciones que se hacen en el exterior también se hacen en Argentina, con los mismos resultados”. El último año fueron diagnosticados 4.500 casos en el país, más del doble que en 2000. Y la mortalidad cayó al 7%.
 
- Prevención
 
A la hora de pensar en las claves para prevenir las enfermedades respiratorias en estos chicos: “Hay medidas higiénicas que se pueden llevar a cabo fácilmente como lavarse las manos más a menudo y siempre antes de tocar al bebé; evitar ambientes cerrados y potencialmente contagiosos (casa, colegio, guardería); limpiar las superficies donde haya estado una persona con enfermedad respiratoria o un simple catarro; mantener limpios los objetos que están en contacto con los bebés (juguetes, platos, cucharas, biberones); utilizar pañuelos desechables para que los virus no puedan circular y tirarlos inmediatamente; y evitar el humo del tabaco cerca de los bebés”
 
Para prevenir las infecciones respiratorias, es muy importante reducir la exposición del bebé al virus sincicial respiratorio (VSR) principal causante de las mismas y para esto se recomienda:
 
· Impulsar y mantener la lactancia materna.
 
· Lavarse las manos. 
 
· Cumplir el calendario de vacunación y con las vacunas que determine el pediatra, tanto para el bebé como para quienes conviven con él.
 
· Evitar la contaminación ambiental con humo (ya sea humo de cigarrillo u otros).
 
· Evitar el hacinamiento.
 
· Concurrir a los controles rutinarios con el médico.
 
En el caso de los grupos vulnerables cumplir con el esquema completo de inmunización pasiva que actúa como un “escudo” para su protección
 
Por último, a pesar de la gravedad de la patología “el pronóstico de los bebés con cardiopatías ha mejorado muchísimo. Además, desde hace 2 años, los cardiópatas que cumplen los criterios para su uso son inmunizados con un anticuerpo monoclonal que favorece a la prevención de enfermedades respiratorias”
 
- Para más información, visite la página: 

 

Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas (PNCC)




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