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19/8/2018 

Hay que informarse sobre las formas de contagio y prevención de esta enfermedad que afecta a niños menores de 5 años y puede causar la muerte o dejar secuelas. 


Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- El Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), 19 de agosto, fue declarado por Ley 26.926 en homenaje al médico Carlos Arturo Gianantonio, quien fue pediatra e investigador científico argentino, reconocido por su valioso aporte en la investigación de esta enfermedad.
 
La normativa propone la realización de campañas de concientización a fin de informar a la sociedad sobre recomendaciones para prevenir y detectar el SUH.
 
En concordancia con la ley se realizaran charlas a la comunidad acerca de las medidas que se deben implementar para prevenir el SUH. Estas actividades se coordinarán y desarrollarán en conjunto con las áreas de bromatología municipales y organizaciones no gubernamentales (ONG).
 
En toda la República Argentina, el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad endémica. Nuestro país presenta la mayor incidencia a nivel mundial de SUH en niños menores a cinco años, constituyendo un problema crítico para la salud pública.
 
- La enfermedad
 
El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad endémica, con aproximadamente 400 a 500 casos anuales en nuestro país. Afecta principalmente a niños menores de 5 años, siendo la primera causa de insuficiencia renal aguda en edad pediátrica y la segunda de insuficiencia renal crónica, también puede afectar otros órganos como intestino, páncreas, corazón y sistema nervioso central. Provoca el 20% de los trasplantes renales en niños y adolescentes.
 
En la mayoría de los casos, la enfermedad es provocada por infección con Escherichia coli productor de toxina Shiga (STEC). Este grupo de bacterias se transmite principalmente al ingerir alimentos contaminados y por el contacto con ganado y sus heces. También puede transmitirse de persona a persona, por ejemplo por cambio de pañales en jardines de infantes y por el uso de aguas recreativas.
 
En la infancia el SUH es precedido por un cuadro de dolor abdominal y diarrea acuosa y/o sanguinolenta. Pueden asociarse vómitos y fiebre. En los últimos años, hubo una tendencia a adjudicar el SUH en forma casi exclusiva a la carne picada; y si bien esa es una fuente de transmisión, no es la única. Los vegetales crudos, el agua de recreación, el contacto directo con animales de granja y domésticos, la contaminación cruzada y las prácticas inadecuadas de manipulación de alimentos también pueden serlo.
 
Debemos tener en cuenta no sólo la vía alimentaria, sino también el contagio persona a persona por la vía fecal-oral. Es una enfermedad grave que requiere internación, puede ser fatal y deja secuelas en un tercio de los niños que la padecen. Es una patología estacional, presentando la mayor ocurrencia de casos en primavera y verano, aunque se pueden producir casos en cualquier época del año.
 
- Recomendaciones a tener en cuenta
 
El SUH es una enfermedad grave que se puede prevenir. 
 
• Cocinar la carne de vaca, pollo y las comidas que  lleven carne picada o trozada (hamburguesas, empanadas, albóndigas, arrollados de carne, etc), hasta que no queden  partes rojas o rosadas en su interior.
 
• No consumir leche sin pasteurizar, mantener las carnes refrigeradas y separadas del resto de los alimentos; después de manipular alimentos crudos debe lavar con abundante agua caliente y jabón sus manos, mesadas, utensilios, trapos rejillas, evite que entren en contacto alimentos cocidos con crudos.
 
• Use recipientes  y utensilios diferentes (fuentes, cuchillas y tablas de cortar), para manipular alimentos crudos y cocidos, o bien, lávelos minuciosamente entre uso y uso; si compra carne picada, prefiera la que fue procesada en el momento, consúmala a la brevedad; recuerde que este producto se altera más rápido que un trozo de carne entera.
 
• No deje enfriar los alimentos cocidos a temperatura ambiente, colóquelos en heladera lo antes posible; lávese cuidadosamente las manos con agua caliente y jabón antes de preparar alimentos y comer; después de haber ido al baño, cambiado pañales o acariciado mascotas; entre la manipulación de los alimentos crudos y cocidos o listos para su consumo.
 
• Lave las frutas y verduras minuciosamente, especialmente las que se consumen crudas. Descongele los alimentos en una bandeja en la heladera, en el microondas o cocínelos directamente, pero nunca sobre la mesada de la cocina. Utilice agua potable para beber, cocinar y lavar. De no contar con ella, usted puede potabilizarla hirviéndola durante cinco minutos o agregándole dos gotas de lavandina por litro, dejándola reposar media hora antes de su uso.

Si usted presenta síntomas como diarrea, vómitos y/ o dolor abdominal evite manipular y/o preparar alimentos hasta que los mismos desaparezcan. 




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