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21/12/2016 

Un especialista explica los trastornos que generan los petardos y fuegos artificiales en las personas autistas.


FOTO:  Lic. Hunter Watts es cofundador y coordinador terapéutico del Instituto San Martín de Porres.
 
Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Un especialista explicó los trastornos que generan los petardos y fuegos artificiales en las personas autistas: miedo, angustia, crisis de llantos y conductas lesivas. Elogió al Concejo Deliberante de la ciudad entrerriana de Concordia que recientemente prohibió el uso de pirotecnia.
 
Los estruendos de petardos son para las personas que padecen autismo “lo más parecido a una catástrofe”, aseguró el psicólogo Claudio Hunter Watts, especialista en educación y tratamiento de niños y adolescentes con ese trastorno neurológico.
 
“Cuando se aproximan las fiestas de fin de año en las redes sociales proliferan las campañas sobre lo que sufren perros y otras mascotas por los petardos y fuegos artificiales, lo cual es muy loable, pero también es necesario difundir que para las personas con TEA (Trastornos del Espectro Autista) la pirotecnia es una verdadera tortura”, indicó.
 
Precisó que los autistas “tienen la necesidad de un orden y regularidad”, razón por la cual “los ruidos, los gritos que alteran su ambiente les perturban en extremo”, ya que “se incrementa su nivel de cortisol en sangre, se ponen muy tensos, generando conductas estereotipadas, repetitivas, agresivas”.
 
Hunter Watts agregó que “una de las características” de las personas con autismo es “la sensibilidad auditiva” y los estruendo de los petardos y de otros elementos de pirotecnia son para ellos “lo más próximo a una catástrofe, les generan crisis de llantos, berrinches, actitudes agresivas y hasta llegan a lesionarse”.
 
También aconsejó a los padres de autistas que utilicen “tapones auditivos, cuestión de resguardarlos de los estruendos de petardos” e, incluso, “puede ser conveniente algún sedante, previa consulta con el terapeuta que lo atiende, porque su sistema nervioso es muy sensible y sus reacciones impensadas”.
 
“Lo que para nosotros es motivo de festejo, para las personas con TEA significa miedo y angustia y las consecuencias duran bastante más que nuestra noche divertida”, indicó.
 
Además, elogió una ordenanza del Concejo Deliberante de Concordia que prohíbe el uso de pirotecnia en esa ciudad de Entre Ríos, aunque la norma, aprobada a principios de noviembre pasado, recién entrará en vigencia en mayo próximo para no perjudicar a los comerciantes que ya habían adquirido petardos, fuegos artificiales y otros elementos del rubro para estas fiestas de Navidad y de Fin de Año.
 
“Es de esperar que el Congreso de la Nación y los restantes cuerpos legislativos del país hagan lo mismo que los concejales de Concordia. Sería saludable también que la sociedad acotara su cuota de desenfreno pirotécnico pensando en las personas más vulnerables, cuestión también de que el número de lesionados por petardos pueda reducirse, alguna vez, a cero”, concluyó.
 
Hunter Watts es cofundador y coordinador terapéutico del Institución San Martín de Porres, una cooperativa de profesionales de la salud y la educación especial que desde hace 21 años se dedica a la educación y tratamiento de autistas, con sede central en la localidad bonaerense de Isidro Casanova y una filial en Yerba Buena, Tucumán. 

 




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