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24/9/2016 

Frases como “no tengo tiempo para nada” o “estoy fundido”, que siembran dudas sobre la calidad de los encuentros íntimos. Estrategias.


Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Con frecuencia, dentro de las parejas se suelen compartir frases como “no tengo tiempo para nada” o “estoy fundido”, que siembran dudas sobre la calidad de los encuentros íntimos. Es que muchas veces se relega la vida sexual y no se le dedica tiempo.     
 
“Es usual que los novios disfruten de espacios y libertades porque no hay muchos compromisos. Pero cuando se casan, los agobian las obligaciones y las cuentas que pagar”, señaló Lucía Nader, psicóloga clínica especialista en educación y terapia sexual y de pareja. Los tiempos para las relaciones sexuales se reducen aún más cuando se tienen hijos y es entonces que la monotonía empieza a ocupar el espacio del sexo,  y  lo erótico  comienza a ser aplazado.
 
Sin embargo, para la experta no hay que descuidar lo que se hace en la cama, ya que lo que define una relación de pareja es que exista un interés erótico del uno  hacia el otro. “Uno no se casa con el amigo, no se va a vivir con el socio, ni con el hermanito ni con el vecino. Para que haya un relación de pareja se deben gustar, deben desearse”, indicó.   
 
Carmen Larrazábal, terapeuta de pareja y sexóloga, opinó que el tiempo con la pareja no debe dedicarse únicamente a la genitalidad.  “Existe el viejo cliché de que la sexualidad debe reducirse a la  penetración. Y es ahí donde nos encargamos de dar motivos al otro para que los encuentros se susciten en menor forma”, señaló.
 
“Cuando todo lo reducimos a la genitalidad, debe haber un trabajo de búsqueda, de conquista, que todos los días se debe tornar novedoso, pero también hay que mirar que  la  cantidad de penetración  no va a calificar  la calidad de una relación de pareja. Esta siempre viene definida por aspectos diversos que,  sumados, nos permiten la salud de una vida sexual libre, responsable y que nos hace felices a diario”, indicó Larrazábal.
 
- Algunas estrategias
 
Hacerse un hueco en la agenda. Así como se reserva un espacio para compartir en familia, se hace indispensable tomárselo para la pareja. Por ejemplo, con un fin de semana para dos.
 
Romper la rutina a la hora de la intimidad. El sexo no puede darse sólo los fines de semana o con horarios fijos. Es escencial dar rienda suelta a la espontaneidad, aunque el encuentro sea corto.  
 
Cuidar la imagen personal. Antes de  pensar en cómo va a ser el encuentro con la pareja, asegúrese de mantener la higiene y conservar una buena apariencia. Los cambios de look o el uso de un nuevo perfume pueden sorprender y ayudar.
 
Dar rienda suelta a las fantasías. El sexo no debe practicarse únicamente en la habitación, con las luces apagadas. Para variar, es bueno consultar material erótico y comentar en pareja las fantasías de cada uno. También es conveniente alimentar el deseo durante el día con mensajes en el celular para después tener más ganas de que llegue la noche.
 
Recordar que todos los días son especiales. No espere fechas conmemorativas como San Valentín, cumpleaños o aniversarios para mostrarse afecto. No descarte sorprender con una cena especial un día de semana. 

Seducir. Recuerde jugar con las palabras, los movimientos insinuantes de mano o del cabello.  Atrévase a tocar a su pareja, a acariciarla, pero también, mantenga la compostura y evite la vulgaridad al hablar. 




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