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12/4/2016 

Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- La hidradenitis supurativa (HS), también mal llamada “acné inversa”, es una enfermedad poco conocida aunque tan frecuente como la psoriasis y el melanoma cutáneo: la padece entre el 1 y el 4% de la población mundial. Se trata de una enfermedad inmunológica, inflamatoria, crónica y recurrente de la piel que suele manifestarse luego de la pubertad a través de lesiones dolorosas e incómodas tales como nódulos inflamados, llagas o forúnculos en áreas donde crece el vello (ingle, axilas y/o entre los glúteos) o donde una parte de la piel se roza con otra como entre los muslos o bajo los senos en las mujeres. 

 
Sus causas se desconocen pero se cree que su desarrollo está relacionado a una respuesta anormal del propio sistema inmune del cuerpo. Se trata de anomalías inmunológicas o estructurales de los folículos pilosos, que provocan que éstos se bloqueen.
 
Hasta el momento, la enfermedad se abordaba multidisciplinariamente entre el dermatólogo, el médico general y el cirujano, y las terapias solían encuadrarse en la categoría de “necesidad médica insatisfecha” por la falta de un tratamiento efectivo y pensado para la enfermedad. Recientemente, la Administración Nacional de Medicamentos, alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), aprobó el primer tratamiento biológico ANTI-TNF para pacientes con HS moderada a severa.
 
El Dr. Alberto Lavieri, médico dermatólogo de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), explicó: “anteriormente se aplicaban una gama de procedimientos  -antibióticos para combatir infecciones, antiinflamatorios para bajar la inflamación, cirugía para remover la piel dañada, pequeñas incisiones y drenajes para el cuidado de las heridas -, pero las opciones terapéuticas eran muy limitadas. Los tratamientos prescriptos eran poco efectivos y no había buenas noticias para dar. Hoy nos encontramos frente al primer tratamiento específico para la hidradenitis supurativa. La aprobación de este medicamento nos provee una herramienta terapéutica para  asistir a aquellos que la padecen, brindándoles una alternativa eficaz y segura para que puedan alcanzar una buena calidad de vida”
 
El correcto y temprano diagnóstico de la enfermedad puede demorar hasta 8 años: la vergüenza es uno de los causantes principales del retraso en la consulta con el especialista.  “La HS es una enfermedad poco conocida, escondida desde un punto de vista literal, ya que se oculta bajo la vestimenta y causa vergüenza. Por sus características no es agradable para nadie confesar públicamente que se tiene esta enfermedad. En las formas leves, los pacientes no sienten la necesidad de consultar en forma inmediata, esperando que el tiempo lo remedie; en las formas moderadas cuando acceden a la consulta, hay diagnósticos erróneos y por lo tanto tratamientos que en la mayor parte de los casos no son efectivos y así continúa pasando el tiempo”.
 
Los pacientes con hidradenitis supurativa sufren una mala calidad de vida a causa del dolor y el estigma social asociado al olor y a manchas en la ropa que se pueden generar a raíz de la enfermedad. “La vida social de quien padece HS se acaba. Su vida en pareja es muy complicada y difícil de sostener, y el ausentismo laboral debido a recaídas, consultas médicas e internaciones, tiene un destino frecuente que es la pérdida del trabajo”, reveló el Dr. Lavieri y concluyó, “la calidad de vida de los pacientes es nuestra meta como médicos en las enfermedades crónicas. Hoy se vislumbra una posibilidad: se abre un mundo nuevo de posibilidades terapéuticas y de esperanza”.
 
- Diagnóstico temprano
 
Aquellos pacientes que sospechan que pueden tener HS, es fundamental que consulten con un dermatólogo, que son quienes pueden diferenciar la HS de otras enfermedades de la piel. Médicos no especializados pueden confundir la HS con forúnculos comunes o acné severo, e incluso con una infección.
“La HS se oculta. Identifiquémosla y tomemos medidas al respecto”, afirmó el Dr. Lavieri y agregó “un diagnóstico temprano permitirá un tratamiento adecuado y, por lo tanto, evitará que el paciente vea afectada su calidad de vida ya que la enfermedad no diagnosticada y por consiguiente no tratada ,genera aislamiento, depresión, estigmatización, impacto en la vida sexual y pérdida laboral”
 



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