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1/7/2015 

La recomendación indica evidencias que han mostrado que puede afectar el desarrollo cerebral del bebé. 


Washington (EEUU).- Los médicos deben disuadir a las mujeres de no usar marihuana durante el embarazo, debido a los efectos potenciales que los ingredientes activos de la droga pueden tener sobre el desarrollo cerebral del bebé, señalan unas nuevas directrices.
 
La recomendación fue publicada el lunes por el "Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos" ("American College of Obstetricians and Gynecologists, ACOG").
 
"Cuando se observan las evidencias, nos lleva a ser cautos con el uso de la marihuana durante el embarazo", comentó el Dr. Jeffrey Ecker, presidente del Comité de Prácticas Obstétricas del ACOG. "Animaríamos a las mujeres que están embarazadas o que estén pensando en quedar embarazadas a descontinuar el uso de la marihuana".
 
Ecker también es director de investigación clínica y aseguramiento de la calidad en obstetricia del Hospital General de Massachusetts, en Boston.
 
Los estudios han mostrado que los niños expuestos a la marihuana en el útero tienen unas puntuaciones más bajas en pruebas de resolución de problemas visuales, coordinación visual y motora y análisis visual, en comparación con los niños que no han sido expuestos a la droga, señala el informe.
 
La exposición prenatal a la marihuana también se ha asociado con una reducción en la atención y con problemas conductuales.
 
"Creemos que provoca cambios en el desarrollo del cerebro, y que puede causar problemas conductuales a largo plazo en los niños", advirtió la Dra. Katrina Mark, profesora de obstetricia y ginecología del Centro Médico de la Universidad de Maryland, en Baltimore.
 
La marihuana es la droga ilícita de uso más común durante el embarazo. Más o menos la mitad de las mujeres que consumen marihuana siguen haciéndolo durante el embarazo, según la nueva opinión del comité del ACOG.
 
La prevalencia de uso de marihuana durante el embarazo reportada por las mismas usuarias varía entre un 2 y un 5%, pero aumenta a entre un 15 y un 28% en las mujeres jóvenes urbanas que tienen dificultades económicas, apuntó el comité.
 
Cuatro estados (Colorado, Washington, Oregón y Alaska) cuentan actualmente con leyes que legalizan el uso recreativo de la marihuana. Otros 19 estados permiten el uso de la marihuana por motivos médicos.
 
En su consultorio, Mark atiende con regularidad a mujeres embarazadas que usan marihuana. La mayoría usan la droga de forma recreativa, pero algunas afirman que la usan para afrontar las náuseas y otros problemas del embarazo.
 
"Cuando hacemos pruebas universales de detección, encontramos unas cifras alarmantemente altas", advirtió Mark. "Mi opinión personal es que la descriminalización y la legalización de la marihuana la están haciendo más socialmente aceptable. Pero aunque esté legalizada en algunos lugares, eso no hace que sea segura en el embarazo".
 
En pruebas con animales, se ha mostrado que el ingrediente de la marihuana que provoca la intoxicación, el tetrahidrocannabinol (THC), traspasa la placenta con facilidad y llega al torrente sanguíneo del feto en desarrollo, según el informe del comité del ACOG.
 
Además de afectar potencialmente al desarrollo cerebral del niño, la exposición a la marihuana en el útero también podría hacer que el niño sea más susceptible a usar la droga cuando crezca, añadió el informe.
 
El sistema nervioso del feto humano puede responder a las sustancias químicas de la marihuana a partir de las 14 semanas de la gestación, y los estudios han mostrado que los niños de 14 años son más propensos a ser usuarios de marihuana si sus madres fumaban la droga durante el embarazo.
 
La opinión del comité del ACOG, que aparecerá en la edición de julio de la revista "Obstetrics & Gynecology", recomienda que los médicos aconsejen a las mujeres no usar marihuana durante el embarazo ni la lactancia, y que compartan con sus pacientes los riesgos potenciales asociados con la droga.
 
Pero la opinión también enfatizó que las mujeres que usen marihuana durante el embarazo deben ser tratadas y aconsejadas, no reportadas a las autoridades para su castigo ni procesamiento legal.
 
Tanto Ecker como Mark reconocieron que el comité hizo la recomendación basándose en una evidencia que no es abrumadora, dado que se han realizado pocos estudios sobre los efectos de la marihuana en el embarazo.
 
"Por muchos motivos, no hay estudios perfectos disponibles", dijo Ecker. "No se trata de una sustancia que se recete en general, ni que se mida ni controle de una forma que permita el tipo de análisis que preferiríamos".
 
Paul Armentano, subdirector del grupo pro marihuana NORML, concurrió en que la evidencia es escasa, pero añadió que "el cannabis no necesariamente se debe considerar una sustancia 'inocua'" para las mujeres embarazadas o lactantes.
 
"En última instancia, tratar al cannabis como otras sustancias legales y regulares conlleva, bajo ciertas circunstancias, disuadir de su uso en ciertas poblaciones", planteó Armentano. "La sociedad hace esas distinciones con frecuencia, sobre todo con el uso del alcohol y el tabaco, y sin duda se puede defender que esas distinciones también se deban realizar respecto al cannabis, cuando la evidencia disponible lo respalde".
 
Las mujeres que usen marihuana para afrontar las náuseas matutinas u otros síntomas del embarazo pueden recibir otros fármacos que gestionan esos síntomas de forma igual de efectiva, dijeron Ecker y Mark.

"Si la usan para las náuseas, les ofrezco tratamientos alternativos que han sido estudiados y que se ha probado que son seguros", comentó Mark sobre sus pacientes. "La marihuana no es el único medicamento disponible para tratar esos síntomas"




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