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25/2/2015 

Una encuesta asegura que un 30% consume estos medicamentos sin prescripción del médico. El 70% son sectores de alto poder adquisitivo. Además, un 15% consume psicofármacos y antidepresivos. 


Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- En 2011, el Día Mundial de la Salud estuvo dedicado a alertar sobre el problema de la resistencia bacteria, un fenómeno peligroso que amenaza con dejar sin cura a algunas enfermedades. Uno de los problemas que profundiza la problemática es el consumo irracional de antibióticos, que genera la aparición de cepas resistentes. Este drama es mundial, y tiene su relato en la Argentina. El consumo masivo de estos y otros fármacos tiene un pico en los últimos años, y esta semana una consultora le puso números a la tendencia. Según los resultados, tres de cada 10 argentinos se automedican con antibióticos, sin supervisión profesional. Además, se informó que un 15% e los consultados admitió usar antidepresivos o psicofármacos
 
El trabajo de la consultora Voices! Según sus números, “el 30% de los argentinos toman antibióticos sin haber visto al médico”. Además, un 22% usa tranquilizantes
 
La encuesta se realizó de forma personal, a través de entrevistas cara a cara a mil argentinos de 16 años o más acerca de sus hábitos con respecto a los medicamentos. “Entre los principales resultados, hallaron que más de la mitad de los argentinos (el 53%) consume medicamentos sin recomendación del médico”, remarcó la encuesta. 

“El porcentaje aumenta a siete de cada diez entre personas de un nivel socioeconómico alto. Claro que en este concepto se incluyen analgésicos, como aspirinas, paracetamol o ibuprofeno, o antiácidos y otros medicamentos de venta libre  que suelen ser consumidos por la sociedad sin prescripción”, destacó la nota del matutino porteño.

Preocupa, en cambio, el alto consumo sin indicación de antibióticos y tranquilizantes. Incluso el 15% de los consultados utiliza antidepresivos sin haber recibido indicación de un profesional competente.
 
La encuesta de Voices! indagó por el consumo en el último año y quiénes los había recetado o recomendado. En el caso de los antibióticos, el 7% dijo que lo tomó se lo indicó el farmacéutico, el 12% que es el que toma siempre; el 8% no contestó y el 3% dijo que se lo recomendó un amigo u otra persona.
 
El medicamento más consumido es el analgésico. Siete de cada diez (esto es, más de 20 millones de personas) tomaron analgésicos y antiinflamatorios en el último año. Las mujeres más que los hombres.
 
En noviembre del año pasado, en el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, especialistas volvieron a alertar sobre la necesidad de darle batalla a la resistencia bacteriana. Es que cada vez más enfermedades generan cepas multiresistentes a los medicamentos, un drama que puede dejar sin cura a muchos males. Los números de esta tendencia asustan. Según un estudio del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), este problema sanitario mata a 25 mil europeos cada año. En Estados Unidos, las cifras son similares, ya que 23 mil personas mueren por estas bacterias resistentes. Los especialistas piden soluciones de inmediato.
 
Los casi 50 mil fallecimientos anuales son una alarma para el mundo, que debe tomar medidas de inmediato, asegura el trabajo del ECDC. Además, se pide el uso responsable de estos fármacos como primera medida concreta, algo que involucra a todos los ciudadanos, ya que la automedicación y el abuso del consumo son una práctica común en todo el planeta.
 
Los antibióticos, también llamados antimicrobianos, son un tipo de medicamento que puede matar a las bacterias o inhibir su crecimiento y así curar infecciones en las personas, los animales y, en ocasiones, en las plantas. Los antibióticos no curan infecciones causadas por virus, como el resfriado común o la gripe, únicamente son eficaces para combatir las infecciones bacterianas. El diagnóstico correcto y la decisión respecto a la necesidad de administrar antibióticos son competencia exclusiva de los médicos, por ello se han de seguir siempre las indicaciones del médico y tomar los antibióticos cómo y cuándo él lo indique
 
El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos acelera la aparición y la propagación de bacterias resistentes. Éstas pueden diseminarse y causar infecciones a otras personas que no hayan tomado ningún antibiótico. Las bacterias resistentes podrían llegar a ser inmunes frente a cualquier antibiótico conocido. Sin antibióticos eficaces, regresaríamos a la era anterior a los antibióticos, y los trasplantes de órganos, la quimioterapia contra el cáncer, los cuidados intensivos y otros procedimientos médicos ya no serían posibles



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