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13/10/2014 

Han encontrado que a mayor consumo de tabaco hay más prevalencia del virus. La infección por VPH-16 es más común entre las personas que han fumado o se han expuesto al humo del tabaco.


Madrid (España).- El riesgo de cáncer oral por el virus del papiloma humano (VPH) puede aumentar si se fuma o se está expuesto al humo del tabaco. Es lo que han descubierto científicos de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), que existe una fuerte asociación entre el consumo o la exposición al tabaco y la infección por un subtipo del VPH, el 16, responsable de que este agente pueda provocar el cáncer de boca o garganta.

"El sexo oral se practica con más frecuencia y este tipo de cáncer es poco habitual, lo que hace indicar que debe haber otros factores en el proceso que expliquen por qué algunas personas desarrollan infecciones persistentes cuando la mayoría de personas no lo hacen", explica Gypsyamber D'Souza, profesor de la Escuela de Salud Pública y autor de este trabajo.

En concreto, en este estudio –publicado en "Journal of the American Medical Association (JAMA)"vieron que la infección por VPH-16 es más común entre las personas que han fumado recientemente o se han expuesto al humo del tabaco, con independencia de su comportamiento sexual. "Parece que la exposición al tabaco aumenta la probabilidad de tener esta infección y, aunque todavía no sabemos por qué, se sospecha que el virus no puede ser eliminado del cuerpo con la misma facilidad en estas personas", argumenta D'Souza.

Los investigadores advierten de que, aunque el estudio muestra una relación independiente entre el tabaco y la infección por VPH-16, no se puede descartar completamente la posibilidad de que las personas que consumen más tabaco también pueden tener más sexo oral y, por tanto, un mayor riesgo de infección.

Estudios previos ya habían mostrado una asociación entre estas infecciones y el consumo de tabaco pero los investigadores quisieron ir más allá y analizaron los casos afectados por este subtipo entre los pacientes a los que se le detectó presencia de sustancias químicas del tabaco en muestras de sangre u orina, como consecuencia del consumo directo o del tabaquismo pasivo.

En total se analizaron un total de 6.887 muestras entre las cuales había un total de 2.012 que eran fumadores y 63 que se habían contagiado con el virus del papiloma. Asimismo, se sometieron a un cuestionario para conocer su grado de exposición al tabaco y se extrajeron muestras de sangre y orina para medir los niveles de cotinina NNAL, sustancias químicas relacionadas con el tabaco.

De este modo, comprobaron que las personas con niveles más altos de estos biomarcadores en sangre y orina eran más propensas a tener el virus, en comparación con quienes tenían tales compuestos a niveles indetectables. Y a mayor consumo de tabaco, también había más prevalencia del virus.

En concreto, por cada aumento en el nivel en sangre de cotinina, equivalente a tres cigarrillos al día, las probabilidades de que estuviera el virus aumentaban un 31%. Y por cada incremento en los niveles de NNAL en orina, equivalente a cuatro cigarrillos diarios, aumentaban las probabilidades de prevalencia en un 68%. Una curva que muestra una "fuerte evidencia de asociación" entre ambos eventos.

"Estos resultados nos dan una razón más para dejar de fumar y sugieren que incluso cantidades moderadas de consumo de tabaco puede relacionarse con una mayor prevalencia del virus”, reconoce Carole Fakhry, también autora del estudio. No obstante, ambos expertos reconocen que el estudio no vincula el tabaco como un factor de riesgo que por si mismo puede provocar directamente una infección por el VPH-16.




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