En pleno siglo XXI seguimos sin conseguir que médicos y pacientes se comuniquen. Parece que un tercio de los pacientes no entiende a su médico, el dato es preocupante. Las razones son múltiples y todo indicaría que esta brecha de comunicación se hace cada vez mayor.
- ¿Por qué ocurre esto?
1. Los médicos no tienen la paciencia de escuchar. El médico tiene un tiempo medio de 8-10 minutos por paciente, mucho menos que en otros países. No es fácil escuchar cuando hay que trabajar tan rápido. Por otro lado hay muchas distracciones: llamadas telefónicas, interrupciones, urgencias, pacientes sin cita y un sin fin de imponderables que interfieren con frecuencia en la atención.
2. Los médicos siguen usando lenguaje técnico. Formar un médico precisa más de 10 años, en ese tiempo aprende a hablar una lengua técnica que les permite traducir lo que le pasa al paciente a un vocabulario científico en el que se apoyan el diagnóstico y el tratamiento. Usar este lenguaje sin la correspondiente adaptación hace que el paciente no se entere bien de lo que le pasa, le espera o tiene que hacer.
3. Los pacientes no comprenden lo que se les explica. Por mucha voluntad que tenga el médico, es frecuente que la persona que acude a la consulta tenga dificultades de comprender. Una de las principales razones es el agobio que suele acompañar este tipo de visitas. Una persona nerviosa entiende peor que una tranquila. Por eso es aconsejable hacerse acompañar de alguien de confianza. Por otro lado suele ser bastante útil que los profesionales se ayuden en sus explicaciones de dibujos o fotos e información escrita o en vídeo que el paciente pueda ver posteriormente.
- La comunicación
Es la base de todo sistema sanitario y de todo encuentro asistencial. Su mala calidad afecta todos los procesos, encareciéndolos y haciéndolos más penosos y peligrosos.
Mejorar la comunicación asistencial es prioritario pero no existen políticas, líneas de gestión o propuestas para que esto suceda, más bien todo lo contrario. Sí, existen muchos profesionales que hacen todo lo posible por comunicarse mejor con sus pacientes pero suele ser infructuoso cuando cada vez hay que ver más pacientes en menos tiempo y se los presiona por todas partes.
Los profesionales pueden optimizar la comunicación tomando conciencia de sus limitaciones y tratando de mejorar la formación en comunicación asistencial. Los pacientes, por su parte, pueden ayudar planificando sus visitas y tratando de usar con moderación y prudencia el sistema de salud.
Cuanto mejor sea la relación en términos de respeto mutuo, conocimiento, confianza, valores compartidos y tiempo disponible, mejor será la cantidad y calidad de la información sobre la enfermedad del paciente que se intercambiará en ambas direcciones.
Por último, los gestores de salud y políticos deberían re-evaluar los tiempos mínimos de consulta y crear una organización sanitaria que no agobie excesivamente a los facultativos.
La relación entre el médico y su paciente juega un papel muy importante en la práctica de la medicina y es esencial para la provisión de asistencia médica de alta calidad en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Además influye sustancialmente en la adherencia del paciente al tratamiento y su resultado final.
Hasta nuestro próximo encuentro...
Dr. Sergio Zimmer
Director
Editorial Revista Proyecto Salud
Año 5 Nº 52 - Septiembre 2014
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