estetica_2x1_tmb.jpg
18/3/2014 

Tratamientos en promoción y precios muy bajos hablan de tratamientos poco serios. Elegir bien, el mejor reaseguro. Cómo elegir un buen profesional.


Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Es cierto que los precios de las promociones estéticas resultan muy atractivos, y que las promesas de cambio son el puntapié para cautivar a cualquier mujer que esté necesitando renovarse. Pero, la propuesta es que analicemos más allá de los espejitos de colores que nos entregan, y consideremos si las alternativas ofrecen cambios reales o no.
 
Estética en oferta
 
Cada paciente requiere un tiempo y un tratamiento especial, pensado específicamente para su problemática. Y en esto se basará también la atención que demande, los productos o aparatos a utilizar, y la cantidad de sesiones recomendadas. Y de estas condiciones dependerán inevitablemente los resultados. 
 
Por esta razón, la estética no se puede vender ni consumir como cualquier mercadería de góndola, en la que dos amigas con un 2x1 reciben el mismo tratamiento, durante el mismo tiempo, con el mismo producto o aparato, por un precio menor al que maneja el resto del mercado. Es altamente probable que no necesiten lo mismo, que aunque tengan la misma patología no la presenten en el mismo grado, y que esto haga que requieran diferentes procedimientos por más o menos tiempo
 
En el caso de los descuentos y promociones, debemos cuestionarnos acerca de la efectividad del producto o del tratamiento, y evaluar la calidad de los efectos obtenidos y su durabilidad
 
Muchos son los centros y los profesionales que ofrecen retoques estéticos del mismo modo que si vendieran un producto cualquiera, en un comercio. Pero sucede que la estética no es un producto, no es descartable o desechable ante una falla, y principalmente es un cambio que le hacemos a nuestro cuerpo, con el que tenemos que convivir a diario.
 
- Una cuestión ética 
 
Es fundamental que nos asesoremos por un profesional idóneo, que nos exponga tanto su criterio médico como ético. La ética del profesional se juega en este tipo de información, y quien ofrezca soluciones mágicas, inmediatas, definitivas y a bajo costo deberá ser tendido en cuenta para comparar su opinión con la de otros médicos. Esta es la manera de acceder a procedimientos serios y con efectos visibles y óptimos
 
Preguntar es una clave para evitar engaños y hacer mejores elecciones. Si el especialista ofrece una verdadera solución a un problema estético, nos sabrá indicar cómo es el procedimiento, con qué marcas de productos trabaja, cómo serán los resultados y en cuanto tiempo necesitaremos un retoque.  
 
- Precios asombrosos 
 
Hay que subrayar que algunos profesionales usan los rellenos muy diluidos, como por ejemplo la toxina botulínica, para venderlos por áreas. Esto puede tener un costo alto en la estética de la paciente, porque puede presentar resistencia al producto, bajando o anulando su nivel de efectividad. Es decir que se hace inmune al tratamiento, y éste ya no logra los efectos deseados
 
Sabemos que los tratamientos deben ser realizados por profesionales médicos, que harán valer no sólo su trabajo sino también el costo de los productos. Respecto de esto, podemos decir que los materiales que se utilizan para la estética son en su mayoría importados desde Europa, especialmente de Francia, y esto encarece su precio.  
 
Por lo tanto, un relleno con ácido hialurónico nunca puede tener un costo similar al de hacernos las manos o realizarnos un corte de pelo. Tengamos en cuenta que estos rellenos se emplean principalmente en el rostro, y que es nuestra responsabilidad médica garantizar no sólo su eficacia y calidad, sino también la armonía estética que la persona viene a buscar al consultorio.   
 
Los criterios que hay que aplicar para discernir entre un costo y otro (por más barata y maravillosa que parezca una opción con respecto a la más cara), son el del sentido común y el de la seguridad personal. 
 
- Más confianza, menos descuentos 
 
Las pacientes tienen que saber que un buen profesional de la estética valora su trabajo y no lo regala. De esta manera, el médico es reconocido por los resultados de sus trabajos, y los hace valer a través de los precios de sus tratamientos
 
Tampoco regala su tiempo con cada paciente, la evaluación personalizada de cada patología, la cantidad de sesiones, llegar al diagnóstico adecuado y aconsejar un procedimiento acorde con la problemática que se pretenda disminuir o eliminar
 
Es así como un profesional confiable tiene pacientes fieles, que recurren a él para depositarle su confianza. Esto no sucede con los profesionales que se promocionan con descuentos, que son los que tienen pacientes eventuales, y que rara vez vuelven porque no ven sus promesas cumplidas
 
Si un profesional ofrece un tratamiento por un valor mucho más bajo de lo que habitualmente se cobra, esta es una señal de alerta para sospechar de las consecuencias de este trabajo. 

Por eso, es elemental estar al tanto sobre los precios de los procedimientos, porque no son un dato menor a la hora de elegir a un médico de la estética serio, comprometido, y que utilice productos de calidad




print.gif  friend.gif