Sergio Sinay. Periodista, escritor y psicólogo argentino.
27/12/2009
Reflexiones. Propósitos para el nuevo año.
Depende en buena medida de cada uno, de lo que cada quien esté dispuesto a hacer para dejar el mundo un poco (apenas un poco, con eso basta) mejor de lo que lo encontró.
El lugar para empezar es aquel que habitamos, nuestro hogar, nuestro trabajo, el espacio de nuestros vínculos, la calle, los espacios públicos y comunes compartidos.
El tiempo es ahora, hoy.Las herramientas están en nosotros, se llaman sentimientos, valores, conciencia, voluntad.
Sin ir demasiado lejos, se me ocurren algunos sencillos propósitos y aquí los formulo.
Dejar de luchar por sobrevivir para empezar a convivir.
Tener más amigos reales y menos contactos en Facebook.
Comunicarnos, dedicando a ellos tiempo y presencia, en lugar de sólo conectarnos.
La violencia del vocabulario revela el nivel de pobreza del pensamiento.
Relacionarnos con el otro por lo que el otro es y no por la utilidad que puede brindarnos.
Desprendernos en el año de al menos diez cosas que no usamos, y que están en buen estado, para cederlas a quien de veras las necesita.
No sobrepasar los límites de velocidad cuando conducimos.
Cruzar la calle en las esquinas cuando somos peatones.
Sonreírle al menos una vez en el día, y sin motivo, a una persona desconocida.
Saludar y agradecer.
Pedir para nuestro cumpleaños que, en lugar de hacernos regalos, nuestros familiares y amigos donen algo a una institución solidaria.
Limpiar lo que ensuciamos, devolver lo que pedimos, reparar lo que rompemos, apagar lo que encendemos, sanar las heridas que provocamos, pedir disculpas cuando corresponde (y acompañarlo de un hecho reparador).
Cuando las sociedades se adormecen están en riesgo.