Son trastornos que tienen una altísima frecuencia en la población que repercuten en la calidad de vida y generan malestares.
Ø Números arrojados por el relevamiento
Sólo en Europa, entre 40 y 80 millones de personas se ven afectadas por desórdenes digestivos, mientras que en los Estados Unidos, el 13 por ciento del total de internaciones se produce por este tipo de afecciones.
6 de cada 10 argentinos padecen trastornos digestivos. En las mujeres, la relación es todavía mayor, 7 de cada 10.
El tránsito lento, la pesadez, la acidez y la distensión, afectan al 62 por ciento de los argentinos.
A nivel mundial, la constipación afecta la 15 por ciento de la población. Sólo el 15 por ciento de las personas que padecen de constipación toma medidas para mejorar su condición.
El 11,9 por ciento de la población sufre de reflujo gastroesofágico.
El 40 por ciento de los niños de Buenos Aires presentó gastritis ocasionada por la bacteria Helicobacter pylori. En la población adulta, la infección por esta bacteria tiene una prevalencia mundial del 50 por ciento, aunque con alta variabilidad según los países de acuerdo con su nivel de desarrollo socioeconómico. Se estima que entre el 15 y 20 por ciento de los infectados desarrollan úlcera péptica y aumentan el riesgo de padecer cáncer gástrico.
A pesar de estos números muy pocos consultan con el especialista sobre estos temas.
Ø Causas
• Antecedentes familiares o personales, no solo de pólipos sino también de enfermedades inflamatorias colónicas.
• El estrés, es una de las causas principales que generan estos trastornos.
• Los malos hábitos alimentarios.
• El uso o abuso de ciertos medicamentos.
Ø Síntomas
Entre los síntomas más comunes que nos afectan en la vida diaria están:
• La pesadez.
• El tránsito lento.
• La acidez.
• La distensión abdominal.
• La constipación. Se la define como la presencia, durante tres meses, de al menos dos de los siguientes síntomas: sensación de evacuación incompleta en el 25 por ciento de los casos, evacuaciones intestinales con una frecuencia menor a tres veces por semana, esfuerzo excesivo para deponer, necesidad de realizar maniobras manuales para facilitar la deposición y sensación de obstrucción ano-rectal.
• La diarrea. Es un trastorno que se caracteriza por un aumento en el número de evacuaciones de heces de consistencia líquida o pastosa.
• El reflujo gastroesofágico. Una enfermedad crónica que consiste en el paso del contenido del estómago al esófago, comúnmente después de la comidas, generando malestar estomacal, acidez y regurgitación.
• El síndrome de intestino irritable. También llamada colitis funcional, su característica principal es el mal funcionamiento del tracto intestinal.
Estos trastornos digestivos afectan la calidad de vida y eventualmente pueden generar complicaciones.
Ø Consecuencias
• Altos costos para el sistema de salud
• Conflictos en el seno familiar
• Incomodidad
• Ausentismo laboral
• Incapacidad de realizar otras actividades productivas
Ø Prevención
Son trastornos prevenibles y absolutamente tratables si las personas adoptan dietas más sanas y realizan la consulta con el especialista.
Es importante promover conductas y hábitos que tiendan a mejorar el estilo de vida, tales como mantener una buena alimentación baja en grasas saturadas, pobre en hidratos de carbono (azúcares) refinados y rica en fibras vegetales.
También hay que asegurar un tiempo para el esparcimiento, promover la resolución de las dificultades emocionales y realizar ejercicio físico sistemático. Éstas son acciones útiles para el manejo de este tipo de trastornos
Recuerde lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño.
• Los alimentos probióticos:
Consisten en alimentos que contienen una elevada cantidad de microorganismos vivos con acciones benéficas sobre el organismo.
Contribuyen a la función intestinal en general, pero además mejoran condiciones como el tránsito lento, la gastroenteritis, la diarrea o el síndrome de intestino irritable.
Estudios científicos serios han evidenciado que determinados probióticos tienen impacto terapéutico, particularmente en algunos trastornos funcionales. Todo parece indicar que en la mayoría de las situaciones el uso de probióticos mejora la flora y las defensas inmunológicas del intestino.
Ø Cáncer colorrectal
El cáncer colorrectal es el tumor maligno más frecuente del tubo digestivo. Es el tercer tipo de cáncer más frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer en países occidentales, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la Argentina es la segunda causa de muerte por cáncer y se estiman, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 11.000 nuevos casos por año.
Afecta de manera similar a hombres y mujeres y es más frecuente a partir de los 50 años de edad con un pico de incidencia entre los 65 y 75 años.
Se diagnostica por la presencia del adenocarcinoma en las paredes del colon o recto, verificada a través de su estudio histológico. Para ello es de suma importancia realizarse a partir de los 50 años un estudio endoscópico del colon en la búsqueda de esta patología o de pólipos que puedan desarrollarla.
Lo más grave de esta enfermedad: es que se diagnostica tardíamente ya que se presenta de manera asintomática (sin síntomas) hasta una etapa generalmente avanzada. La buena noticia: es que una dieta y estilo de vida saludables asociados a un estudio o examen preventivo periódico permiten su prevención o detección precoz con una posibilidad de curación superior al 90%.
Ø Decálogo para una vida saludable
La OMG ha elaborado un decálogo de recomendaciones nutricionales, unas guías que permiten mejorar la salud digestiva adoptando medidas simples y efectivas.
- Coma con más frecuencia y menor cantidad en cada comida, sin aumentar la ingesta total de calorías. Es preferible comer menor cantidad 5 veces al día que 2 ó 3 comidas abundantes.
- Incluya fibras en su dieta. Coma 5 porciones de frutas y verduras al día. Aumente su consumo diario de cereales y legumbres.
- Aumente su consumo de pescado (por lo menos 3 días por semana).
- Reduzca el consumo de comidas ricas en grasas y frituras.
- Consuma alimentos lácteos con fermentos, especialmente probióticos con beneficios comprobados sobre la salud digestiva.
- Intente consumir carnes con menor contenido graso: pollo, pavo, conejo, o cortes magros de vacuno, cerdo o cordero.
- Incremente su consumo de agua -2 litros diarios-. Reduzca el consumo de bebidas con cafeína, alcohólicas o azucaradas.
- Tómese su tiempo para comer y masticar bien la comida.
- Lleve un estilo de vida saludable. Incluya ejercitación regular y no fume.
- Mantenga un índice de masa corporal saludable. Las personas con problemas de obesidad suelen sufrir más desórdenes digestivos.
Ø Recuerde:
Cambie sus hábitos alimenticios, es importante aumentar la ingesta de vegetales y frutas, y disminuir el consumo de grasas, carnes rojas y bebidas alcohólicas. Evite el tabaco.
Es muy importante realizar controles periódicos para prevenir el cáncer colorrectal, lo ideal es la detección antes de la aparición de los síntomas. Si se detectan y se extraen los pólipos con colonoscopía, hay muchas probabilidades de que el paciente quede librado de la enfermedad.
“Consulte. Cuanto antes se empiece el tratamiento de cualquier enfermedad, mejor será el pronóstico y se evitarán las complicaciones”
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Dr. Sergio Zimmer. Médico
Docente Universitario y Periodista.
Conductor de “Proyecto Salud”.-
Columnista de Agencia Comunas - Publicado el 06/06/08 .
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