El ritmo frenético que nos imprimen nuestras múltiples ocupaciones y la necesidad de enfrentar presiones de todo tipo no es lo más saludable. Trabajar en exceso aumenta el riesgo de lesiones y enfermedades.

La tendencia a trabajar en exceso, por encima de los propios límites y necesidades personales, por mera dependencia psicológica al trabajo, ha sido llamada “ADICCIÓN”. La adicción al trabajo es un tipo de intento de suicidio particularmente silencioso.

La pueden sufrir indistintamente los grandes ejecutivos, gobernantes y funcionarios, como los empleados de menor rango; los emprendedores y los trabajadores independientes.

La adicción al trabajo es una "epidemia silenciosa" que crece y no se puede detener a causa del ritmo alocado de vida que conlleva casi siempre hábitos de vida poco saludable, sedentarismo, tabaquismo, alcohol y consumo de drogas, que pueden propiciar un final trágico.

Desde hace unos años, términos como estrés, ataques de pánico y fobias dejaron de ser desconocidos para pasar a formar parte del vocabulario popular y de muchos diagnósticos médicos. Los trabajadores que descuidan su salud, que no hacen deporte y están enganchados al tabaco, el alcohol o el café o a otro tipo de drogas, pueden acarrear problemas de hipertensión, diabetes y otras dolencias que pueden derivar en crisis cardiovasculares severas que en muchas ocasiones son mortales.

Como si fuera poco, se llegó  a la conclusión en varias investigaciones, de que trabajar doce horas diarias incrementa la posibilidad de padecer enfermedades en un 37%. Es debido al estrés y a la presión constante, más de la mitad de las lesiones y las enfermedades ocurren durante el período de trabajo conocido como “horas extras”.

Ø       Señales de una persona adicta al trabajo

- El no cumplir tan solo con las horas establecidas para el trabajo (hacer horas extras).

- Tener escaso o nada de tiempo libre para descansar y cuando se tiene, la persona se siente      incómoda.

- El hacer del hogar la extensión de la oficina, llevando trabajo a casa.

- El no tener motivos de conversación que no sean asuntos de trabajo.

- El vivir con constante tensión, temor y angustia por el trabajo.

- El llenar los tiempos libres con otro tipo de actividades, que no son relajantes o recreativas.

- El ejercer presión a los subordinados constantemente.

- El acudir al trabajo a pesar de estar enfermo.

- El no tomar vacaciones o días festivos a los que se tienen derecho.

- El acostarse pensando en lo pendiente del día siguiente o despertarse durante la noche, con        la inquietud de alguno de ellos, que obviamente en ese momento no se va a poder solucionar.

- El abandono familiar y el no darse tiempo para de repente abandonar el trabajo por algún compromiso personal.

Resumiendo: la persona deja de encontrarse con los amigos, abandona otros ámbitos de pertenencia y se resiente la relación con la familia, porque no está nunca. Esto puede evolucionar hacia una adicción.

OJO: No toda persona que trabaje mucho es un adicto.

La presión laboral tiene aspectos positivos y negativos porque en ocasiones la gente necesita estar estresada en su trabajo para poder funcionar. Esto es bueno en la medida en que la persona pueda controlar y o manejar el nivel de estrés. La presión y estrés sin control provoca una disfunción psicofísica posibilitando la aparición de enfermedades.

Ø       Que puede provocar la presión laboral

- Cansancio - Irritación- Angustia - Mal humor - Ansiedad - Depresión

Esta presión afecta los patrones de eficiencia y de convivencia, tanto de las organizaciones como de las familias. En el plano individual, suele manifestarse como estrés, con todo lo que ello significa.

Ø       Cuidado. El trabajo puede también ocasionarle estos problemas

- Gripe. Alergias.

- Migrañas. Dolores de cabeza.

- Trastornos digestivos. Úlcera, gastroenteritis.

- Dolor de espalda. Columna. Contracturas.

- Trastornos en las articulaciones, como tendinitis, bursitis.

- Trastornos en los ojos, como el síndrome de ojos secos.

- Trastornos en la audición.

Ø       Recomendaciones

- No se preocupe por cosas que no puede solucionar o controlar.

- Trate de evitar situaciones que pueden ser estresantes.

- Intente ver los cambios como un desafío positivo, no como amenazas.

- Pida ayuda a sus amigos, familia o profesionales.

- Establezca metas realistas en su hogar y su trabajo.

- Trate de dormir la siesta.

Estudios científicos demostraron que entre 20 y 30 minutos de reposo son suficientes para reponer energía y mejorar el rendimiento durante el resto del día.

- Practique actividad física con regularidad.

Si es posible 30 minutos diarios, camine, haga bicicleta, natación, etc. Aléjese del estrés diario participando en grupos deportivos, eventos sociales y hobbies. Realice meditación y relajación. Esto ayuda a focalizar la mente, calmar las ansiedades y liberar tensión física.

- Aliméntese en forma balanceada y duerma bien (8 horas diarias).

Privarse del sueño entre los 30 y los 60 años por trabajar en exceso, por turnos rotatorios o   por pasar muchas horas frente al televisor o al monitor de la computadora, entre otras actividades, puede significar un alto costo para el organismo: aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial.

- No se automedique.

- Si no lo puede manejar, muchas veces es necesario asistir a la consulta médica - psicológica.

Ø       RECUERDE:

- Hacer del hogar una extensión de la oficina, es un hecho muy común y peligroso que es considerado como síntoma de la adicción al trabajo.

- El adicto al trabajo debe tener  muy claro que la familia es más importante que el trabajo.

“Cuídese, protéjase y no exagere ni se exija demasiado”

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