Londres (R. Unido).- Los médicos que experimentan estrés o agotamiento en el trabajo tienen más probabilidades de recurrir al alcohol y la alimentación compulsiva para hacer frente y tienen un mayor riesgo de problemas para dormir, muestra una encuesta de más de 400 médicos.
El estudio, realizado por investigadores de University College London y Birkbeck, University of London, encontró que el 34% (de los 392 médicos que respondieron esta pregunta) dijeron que usaban sustancias (drogas, alimentos o alcohol) para sentirse mejor, y el 22% (de 393) dijo que este consumo les ayudó a superar los eventos estresantes.
Uno de cada 10 médicos también informó problemas con el sueño, incluido el insomnio (11% de 390).
Dos tercios (61% de 417) dijeron que pensaban en el trabajo cuando se acostaban, y el 35% (de 389) dijeron que los problemas del sueño interfirieron con su funcionamiento diario.
La investigación, publicada en "BMJ Open", involucró a médicos del Reino Unido (52% mujeres, 49% consultores) y tuvo como objetivo evaluar la prevalencia de problemas de salud como insomnio, atracones, uso indebido de sustancias y mala salud, y si el malestar laboral aumentaba el riesgo.
Encontró que el 44% de los médicos usaban algún tipo de medicamento, la mayoría de los cuales eran medicamentos de venta libre (35% de los médicos), y el uso de medicamentos recetados era raro (el 3% usaba opioides y el 2% usaba benzodiazepinas).
Esto indicó que la proporción de médicos que recibían tratamiento farmacológico para la ansiedad era más baja que la proporción de médicos con ansiedad (14.7%), anotó el documento.
Los médicos que lidiaron con el estrés mediante el uso de sustancias tenían un mayor riesgo de dependencia del alcohol (odds ratio 6.2), consumo excesivo de alcohol (6.4), consumo de grandes cantidades de alcohol (2.6) y consumo frecuente de alcohol (18.8).
La angustia relacionada con el trabajo también se asoció con un mayor riesgo de atracones (odds ratio 1.3) y emociones negativas después de comer en exceso (1.8).
Más doctores tienen morbilidad psiquiátrica que en la población general (32.7% versus 19%), agotamiento (55.3% versus 24.8%) y quejas físicas como dolor de espalda, según el diario. Sin embargo, menos médicos tienen insomnio o dependencia del alcohol.
Los autores escribieron: “Los resultados muestran que la angustia ocupacional y los factores laborales aumentan las probabilidades de que los médicos consuman sustancias, tengan problemas para dormir, presenten síntomas frecuentes de mala salud y atracones. Por ejemplo, el agotamiento aumentó el riesgo de todos los tipos de problemas de sueño, por ejemplo, dificultad para quedarse dormido, insomnio".
Para combatir esto, dijeron que los mentores, supervisores y compañeros de los médicos y los servicios de apoyo de salud ocupacional deberían reconocer y actuar sobre la prevalencia de los problemas, centrándose en el reconocimiento temprano de los signos para permitir la acción preventiva.
Investigaciones anteriores encontraron que los médicos con agotamiento tenían el doble de probabilidades de estar involucrados en incidentes de seguridad del paciente, proporcionar atención subóptima y recibir calificaciones bajas de satisfacción del paciente.
- La OMS reconoce el síndrome del burnout como una enfermedad laboral
Con esta resolución, el organismo impulsa la investigación sobre los efectos de esta afección. También es el puntapié para la creación de programas para asistir a quienes sufren los síntomas.
¿Te cuesta ir la oficina y, una vez ahí, te cuesta concentrarte? ¿Te sentís agotado, cansado y desgastado emocionalmente?
Si este es tu caso, muy posiblemente, padecés lo que se conoce como el síndrome de burnout o del quemado, un tipo de estrés laboral que aparece cuando uno se siente desbordado por el trabajo.
El síndrome de burnout es un trastorno emocional y psicológico que afecta a muchos trabajadores que viven en un estado de estrés y ansiedad. Los síntomas que genera se potencian en su conjunto y provocan un empeoramiento gradual. Ocurre cuando la ansiedad es excesiva y no se limita a situaciones puntuales o a periodos concretos.
El aumento de los casos y la gravedad de los síntomas hizo que la ciencia empezara a mostrar interés en averiguar distintos aspectos relacionados con este síndrome, pese a que no era considerado una enfermedad laboral. Esto último cambió en la última asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), celebrada el pasado 25 de mayo.
La OMS resolvió incluir por primera vez el síndrome del burnout en la guía de las enfermedades que se asocian al empleo. De ese modo, se inscribió bajo el código QD85. Este reconocimiento servirá de impulso para más aumentar las investigaciones sobre los efectos de este trastorno y ayudar a diseñar programas asistir a quienes sufren los síntomas.
"El síndrome de burnout se circunscribe al entorno laboral y no debe de servir para describir situaciones de estrés en otras áreas de la vida", señaló el organismo. Asimismo, destacó los tres síntomas que permiten identificar el trastorno:
- Agotamiento extremo.
- Sentimientos negativos, cínicos o distanciamiento del trabajo.
- Notable disminución de la eficacia laboral.