Barcelona (España).-  Ha nacido en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona el primer bebé con microcefalia causada por el virus del zika en España. "Tiene un perímetro craneal bajo", ha confirmado el jefe del servicio de neonatología, Félix Castillo. Aún así, desde el centro aseguran que el recién nacido se encuentra "clínicamente bien", "muy estable", monitorizado, sin ayuda respiratoria externa y supervisado por un equipo multidisciplinario.

Además de ser el primer nacimiento en España, probablemente también sea el primero detectado en Europa de estas características.

Pese a que se desconocen los detalles específicos de su malformación, Castillo ha explicado que el tamaño normal del cerebro de un recién nacido es de 33,5-34 centímetros. "El grado de afectación aún no lo sabemos", ha aclarado el responsable del servicio de neonatología, quien ha fijado las próximas horas y días como claves para que el pequeño no coja ninguna infección y evolucione correctamente. El bebé, del que se desconoce su sexo, ha nacido por cesárea esta semana sin más complicaciones.

Sobre su esperanza y calidad de vida, desde el hospital aseguran que será una persona "dependiente" de los servicios sanitarios y de su familia, aunque explican que su desarrollo puede ser equivalente al de una persona normal.

La madre había viajado a zonas de América Latina hace unos meses, cuando se infectó del zika y el dengue. A las 20 semanas de gestación se le detectó al feto una posible microcefalia que se ha confirmado con su nacimiento. La mujer se encontraba "al término de su embarazo" cuando le han efectuado la cesárea.

Ahora, un equipo multidisciplinario del Hospital Vall d'Hebron -integrado por pediatras, neuropediatras, rehabilitación y oftalmología pediátrica, entre otros- someterá al recién nacido a un extenso estudio para detectar otras posibles malformaciones que ya confirmaron los estudios realizados al feto durante la gestación.

El número de casos de Zika confirmados en España y notificados a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica llega hasta ahora a 190, de los que 26 son mujeres que estaban embarazadas, según informa el Ministerio de Sanidad. En Cataluña, un total de 21 gestantes han sufrido de zika tras viajar a América, cinco de las cuales ya han dado a luz a bebés sanos.

En América Central y del Sur hasta 1,65 millones de mujeres en edad reproductiva podrían llegar a verse infectadas por el virus Zika, según una investigación publicada precisamente ayer en "Nature Microbiology" y realizada por científicos de las universidades británicas de Southampton y Oxford, y de la universidad estadounidense Notre Dame.

Los investigadores también señalaron que en toda Latinoamérica y el Caribe la cifra total de contagios podría elevarse a 90 millones durante las etapas iniciales de propagación del virus. El estudio indica que es en Brasil donde se espera que haya el mayor número total de infecciones (más de tres veces)."Es difícil predecir con exactitud cuántas mujeres fértiles podrían estar en riesgo de tener Zika porque una gran proporción de casos no muestra síntomas", explica Andrew Tatem, geógrafo de la Universidad de Southampton. De hecho, se estima que el 80% de las infecciones por Zika son asintómaticas y en los casos en los que presentan alguna señal, podrían deberse a otros virus.

El equipo tuvo en cuenta patrones de la enfermedad como el clima, la forma de transmisión del virus (en este caso, el mosquito Aedes aegypti) y los periodos de incubación. También examinaron el comportamiento en la difusión del dengue y el chikungunya, y con todo ello calcularon la propagación que tendría a escala local. "Estas proyecciones proporcionan información para planificar mejor la vigilancia y la respuesta a los brotes, a nivel internacional y local", añade Tatem.

Otro estudio publicado en "Nature Structural & Molecular Biology" descifró la estructura molecular clave de la proteína NS1, importante ya que se considera que participa en la reproducción del virus Zika y en su interacción con el sistema inmune. La Universidad de Michigan y la de Purdue (EEUU) explicaron que la superficie exterior de la biomolécula en cuestión tiene propiedades eléctricas de carga sustancialmente distintas a la de otros flavivirus, lo que provoca que impacte de otra forma con los componentes del sistema inmune infectado. Un dato "que permitirá guiar el diseño de una potencial vacuna", recalcan los científicos.