Nueva York (EEUU).- Si bien se sabe que, durante el embarazo, no se recomienda a la madre que fume, muchas de ellas no pueden dejar su adicción de lado y caen en la tentación.
Pero fumar durante esos 9 meses afecta la salud del bebé. Según un nuevo estudio publicado por la revista "American Journal of Human Genetics", fumar durante el embarazo modifica el ADN del feto, lo que podría explicar su vínculo con determinadas complicaciones de salud de los bebés.
Un equipo de investigadores internacional analizó el ADN de 6.685 recién nacidos y lo comparó con el consumo de tabaco de sus madres, en uno de los estudios más amplios realizados sobre este tema.
Las madres indicaron en un cuestionario si no fumaron nada durante el embarazo, si lo hicieron con frecuencia o si fumaron de manera ocasional. Los científicos, que obtuvieron muestras del ADN de los bebés de la sangre en el cordón umbilical, identificaron en los hijos de madres que fumaron con frecuencia 6.073 lugares donde el ADN había sido modificado de manera diferente que en el de los bebés con madres no fumadoras.
De esta forma, la muestra quedó dividida en ´fumadoras asiduas´, que fumaban durante su embarazo (13%); ´fumadoras ocasionales´, las que dejaron de fumar al inicio de su embarazo (25%); y en ´no fumadoras´ (62%).
Además, determinaron que esa colección de genes están relacionados con el desarrollo pulmonar y del sistema nervioso, con cánceres vinculados al tabaquismo y con defectos de nacimiento como el labio leporino (fisura labial). En un análisis separado, muchas de esas modificaciones del ADN (ácido desoxirribonucleico) estaban presentes en chicos más mayores cuyas madres fumaron durante el embarazo.
"Ya sabíamos que fumar durante el embarazo está relacionado con el labio leporino, pero no sabemos por qué. La modificación química del ADN quizás esté involucrada de alguna manera en el proceso", explica Sthepanie London, autora principal del estudio y doctora en el Instituto de las Ciencias de la Salud Ambiental, parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Los siguientes pasos en esta investigación serán nuevos análisis genéticos para comprender mejor cómo las modificaciones químicas del ADN pueden influir en el desarrollo del niño y en futuras enfermedades.