Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- Es cada vez mayor la cantidad de hombres solteros, que intentan contrarrestar su soledad teniendo un perro en su hogar. Dicen que es el mejor amigo del hombre y eso nadie lo duda. Nunca un reproche y aunque nos ausentemos con el celular apagado, él siempre nos recibirá moviendo la cola. A medida que aumentan las relaciones líquidas de las que tanto habla Zygmunt Bauman en su libro "Amor líquido", los hombres cada vez buscan más la compañía de estos caninos, que son incondicionales las veinticuatro horas del día. Por ello en esta nota, la auxiliar en veterinaria Patricia Maldones*, nos explica las bases de cuáles son los cuidados que debemos tener para disfrutar a pleno de nuestros nuevos cómplices de vida. 

 

-Todo animal necesita su lugar de referencia dentro del hogar: lo ideal es que tenga un espacio específico para dormir, descansar o simplemente jugar con su hueso. Una frazada, un almohadón o un colchón pequeño, es lo más conveniente. Nunca una cesta de mimbre o madera, porque al morderla, puede lastimarse la piel o dentadura. 

 

-Se recomienda ponerle un nombre corto y contundente: ya que los animales responden mejor a los monosílabos. Y llamarlos siempre por su nombre, desde los primeros días de vida. 

 

-Durante las primeras semanas de crianza, se recomienda: introducir nuestra mano en su boca sin que sea motivo de displacer y así acostumbrarlo a que le podemos quitar la comida sin que se enoje. De esta manera, lo acostumbramos a la maniobra y podremos quitar de su boca, cualquier objeto o ingesta nociva, además de prepararlo para los cuidados dentales que le haremos a lo largo de nuestra convivencia. 

 

-A los dos meses de vida: el perro ya está en condiciones de tener un collar o correa de un material que no dañe su piel. La misma puede tener nuestro número telefónico por cualquier eventualidad. 

 

-Uno de los grandes puntos es enseñarle a hacer sus necesidades en el lugar que creemos correcto. Aquí no hay ciencia. Se necesita tiempo, buena voluntad, paciencia y buen modo. Un patio, mismo el baño o donde se quiera poner el papel de diario. Si es en el balcón, asegurarse que al correr, no caiga a la calle como agua de plantas. 

 

-El primer baño se da después de las vacunas correspondientes. Y luego, la periodicidad depende del contacto que tenga con el exterior. Un perro que sale a pasear una vez a la semana, no es lo mismo que el que sale todos los días, como tampoco el que vive al aire libre. Una frecuencia lógica es de una vez cada quince días. 

 

-Cuidados de Spa. Si nuestro amigo sale a la calle, no es necesario cortarle las uñas; caso contrario, cuando se escucha el repiqueteo de sus uñas en el piso, ya es hora de ir al veterinario o realizarlo uno mismo. Los ojos y las orejas pueden limpiarse un par de veces al mes, con un algodón húmedo con agua tibia. La dentadura tiene que ser controlada cada seis meses, sobre todo por los signos de halitosis (mal aliento), babeo excesivo, ausencia de apetito, dificultad masticatoria u otros signos que presupongan un malestar bucal. 

 

-Las vacunas son vitales para la salud de nuestros perros y para su cuidado con el entorno. Esto lo fijará nuestro veterinario de cabecera, aunque la regla indica: a las seis semanas, Triple; a los dos meses, Parvovirus; a los tres meses, refuerzo de Triple; a los cuatro meses refuerzo Parvovirus y por último, a los cuatro meses, Antirrábica. 

 

-La alimentación para nuestros perros es fundamental. Depende la especie y raza, nuestro veterinario nos dirá qué alimentos debemos priorizar y cuáles evitar. Lo que coincide en todos los casos, son los nutrientes indispensables como el agua (fundamental para cualquier ser vivo), proteínas (para la construcción de músculos y desarrollo de uñas, ligamentos, cartílagos y pelo), grasas, carbohidratos, minerales, vitaminas y fibras, que se podrán encontrar en los alimentos balanceados, tan de moda en la actualidad. 

 

-Hay que tener en cuenta que los perros: que no tienen espacio o que viven encerrados, sufren estrés; que se demuestra en ataques constantes de ansiedad. Cuidar a nuestro perro, significa que en su cotidianidad, haya salidas al aire libre, momentos para correr y sociabilidad con otros perros. 

 

-Paseo: el horario de paseo más importante es el de la mañana, ya que los perros son animales diurnos y al pasear al comienzo del día pueden descargar energía y estar más tranquilos. A la hora de salir a pasear, es esencial el uso de la correa, collar con chapita identificatoria y una bolsita para levantar las heces. Respecto a la correa ideal, es recomendable usar el collar de autocontrol que, colocado correctamente, se ajusta cuando el animal tira. Con este collar el animal aprende a caminar sin tironear y el paseo se convierte en un momento agradable. 

 

-Enfermedades: poner la atención en las garrapatas, las cuales pueden causar la enfermedad de Lyme, ya sea en los mismos animales, como en seres humanos. Otro punto importante de los perros es la rabia, la cual se transmite por la saliva de la mordida de aquellos perros infectados. Un peligroso parásito muy común en los perros cachorros, es el Toxocariosis, el cual incluso es resistente. Se contrae a través de las heces de nuestros caninos y causa intensas complicaciones respiratorias, sobre todo en niños y adultos. Para ello se recomienda desparasitar con frecuencia a nuestros cachorros. Otro punto a tener en cuenta es un hongo llamado Tiña, que se forma en la piel de nuestros perros. El simple contacto, bastará para contagiarnos y nos producirá hongos como el denominado pie de atleta. Aquí también se da a la inversa, siendo nosotros los que los contagiamos. 

 

-Pirotecnia: La capacidad auditiva de nuestras mascotas es muy superior a la nuestra, por lo tanto, un ruido fuerte le causará un trastorno mayor. Se aconseja encontrarle un lugar cerrado donde no llegue tan abruptamente el sonido, con un recipiente con agua, otro con su alimento; algún objeto para morder, si hay un ventilador, encenderlo para que corra aire y dejar una radio, televisor o DVD, con un sonido estándar para que pueda amortiguar cualquier estruendo. No se recomiendan sedantes, sin previa autorización del veterinario. 

 

-Cuando viajan con nosotros en el auto: nuestro perro deberá estar ubicado en el asiento trasero, sujeto con el cinturón de seguridad del automóvil o alguno especial que se pueda comprar en una tienda canina. Y cada hora y media de viaje, hacer una parada para que pueda descansar, estirar los músculos y calmar la ansiedad.