FOTO: Edward Goodman, epidemiólogo en el hospital de Dallas, durante la rueda de prensa en la que se dieron detalles del error que permitió al primer afectado de ébola en EE.UU. estar en contacto con cerca de 18 personas.
Dalla, Texas (EEUU).- Una persona acudía a urgencias de un hospital de Dallas (Texas) porque se encontraba mal. Varios días después, se ha confirmado que es el primer caso de ébola registrado dentro de las fronteras de EE.UU. Hasta el momento, cuatro ciudadanos estadounidenses habían sido repatriados tras haberse contagiado el virus en África occidental. Tres han sobrevivido a la enfermedad y el otro se encuentra todavía en tratamiento en un hospital de Atlanta.
En el caso de Dallas, se trata de un liberiano identificado como Thomas Eric Duncan, que viajó el 19 de septiembre desde su país de origen a Texas para visitar a familiares. El día 26, cuando acudió al hospital con fiebre, fue devuelto a casa con antibióticos. Dos días después, tuvo que volver al centro, esta vez en ambulancia. La noche del martes, el Texas Health Presbyterian Hospital comunicó que la prueba de ébola realizada al paciente había dado positivo.
Las autoridades médicas reaccionaron con rapidez para no provocar el pánico en la opinión pública. "No tengo duda de que vamos a controlar este caso de ébola importado y que no se va a extender en el país", aseguró Thomas Frieden, director de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU. Frieden recalcó que el nivel de riesgo de que se hubieran contagiado otras personas en el trayecto de avión, que hizo escala en Bruselas, es «cero». El enfermo no tenía fiebre ni ningún malestar cuando entró en el avión en Monrovia y, como explicó Frieden, el ébola solo se contagia cuando se sufren los síntomas. La Casa Blanca repitió este mensaje en las redes sociales, y recordó que solo puede haber contagio a través de contacto directo.
- Dijo que venía de Liberia
Pero el paciente sí tenía síntomas claros cuando fue por primera vez al hospital, el 26 de septiembre. Y, es más, aseguró al personal médico que le trató que había volado recientemente desde Liberia, el país más afectado por el ébola. A pesar de todo, fue devuelto a su casa. Así lo reconoció ayer Mark Lester, vicepresidente ejecutivo de Texas Health Resources. Al parecer, la enfermera que le trató utilizó una plantilla de preguntas que incluía la presencia en países de riesgo para el ébola, pero por alguna razón el dato no llegó a todo el personal médico que debía saberlo. "Por desgracia, esa información no se comunicó en su totalidad", explicó Lester.
Lo que preocupa son las 48 horas, al menos, que pasaron entre la aparición de los síntomas y su ingreso definitivo en el hospital. Las autoridades médicas aseguran que "han identificado entre 12 y 18 personas que habrían estado en contacto con el enfermo y que tendrían riesgo de contraer el virus. Cinco son menores, y ninguno ha mostrado síntomas". El gobernador de Texas, Rick Perry, que también acudió a la rueda de prensa, "reconoció que seguían trabajando «en la identificación y monitoreo de las personas que estuvieron en contacto con el infectado". Las que están bajo control siguen en sus casas y se les controlará la aparición de síntomas durante un periodo de 21 días, el espacio temporal en el que podría manifestarse el virus. Entre ese grupo de personas está también el personal médico que trasladó al enfermo en ambulancia de su casa al hospital el pasado domingo.
Las autoridades médicas no han decidido si usarán alguno de los tratamientos experimentales desarrollados hasta el momento. El fármaco ZMapp, utilizado con al menos dos enfermos estadounidenses repatriados, está agotado. Un médico también trasladado con ébola desde África fue tratado con TKM-Ebola (una molécula experimental que destruye la maquinaria genética del ébola), de la farmacéutica canadiense Tekmira.
