Ciudad de Buenos Aires (Argentina).- En la década del 70 el descubrimiento del colesterol como factor de riesgo cardiovascular inauguró una época de colesterolfobia, creyéndose que el consumo de alimentos ricos en colesterol como el huevo y los camarones estaban asociado a un estilo de vida poco saludable.
La limitación del consumo de huevo surge en 1972 cuando American Heart Association indica que el consumo de colesterol no debe ser mayor a 300 mg por día y que no se deben comer más de tres huevos por semana.
En la actualidad, con más de 40 años de investigación científica se ha derribado este mito ya que se sabe que el colesterol es una sustancia imprescindible para la vida humana por su importancia en la formación del cerebro y la estructura de las células. Además, se ha demostrado que el mayor responsable de su aumento en la sangre no es el colesterol sino la grasa saturada de los alimentos.
Conclusión: queda claro que lo malo no es el colesterol sino su exceso y que el huevo, al no poseer cantidades significativas de grasas saturadas, no daña la salud.
Por otro lado, se han descubierto numerosos nutrientes del huevo que benefician la salud cardiovascular, y que esas sustancias se encuentran especialmente en la yema. También están los los ácidos grasos insaturados de tipo omega 9, los mismos del aceite de oliva y el omega 3.
Otro elemento a destacar de la yema es la "luteína", un potente antioxidante relacionado, según los últimos estudios científicos, con la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares. Inclusive contiene colina, imprescindible en la formación del cerebro del bebé, y vitaminas A, D, E y K.
- Consejos para el corazón
La incorporación de hábitos alimentarios saludables que permitan adecuar el peso corporal, normalizar los valores de grasas y azúcar en sangre, equilibrar la presión arterial, sumado a la actividad física placentera y regular, son importantes para prevenir enfermedades cardiovasculares.
A la hora de planificar la alimentación es conveniente tener en cuenta algunas sugerencias:
- Comer variado y con moderación incluyendo alimentos de todos los grupos como frutas, verduras, carnes magras, huevo, pescados, cereales integrales, aceites y azúcares.
- Preferir alimentos con grasas no saturadas del tipo omega 3 (pescados de mar, semillas de lino y chía) y omega 9 (aceite de oliva, palta, yema de huevo, frutas secas). Los omega 3 reducen los niveles de colesterol total y los triglicéridos. Además reducen el riesgo de la formación de coágulos en la sangre. Los omega 9 contribuyen a reducir y evitar la oxidación del colesterol malo (LDL) para que no se adhiera a los vasos sanguíneos.
- Incluir sustancias antioxidantes como vitamina E, presente en los aceites sin cocción y frutas secas, vitaminas A y C; carotenoides como el licopeno y betacaroteno, que están en la yema.
- Consumir alimentos con cantidades significativas de fibra alimentaria (legumbres, salvado de avena, salvado de trigo, vegetales y frutas), que contribuyen a la eliminación de parte del colesterol que se ingiere.
- Utilizar métodos de cocción que realcen el sabor de las comidas (evitando las frituras) y agregar condimentos como especias que mejoran el sabor.
- Utilizar los aceites vegetales crudos como condimento.
- Usar sal y azúcar con moderación y evitar consumir alimentos salados (quesos duros, fiambres, embutidos) golosinas y gaseosas comunes.
- Evitar alimentos ricos en grasas saturadas y trans (achuras, fiambres, embutidos, crema, manteca, frituras, productos de copetín y pastelería).
- Eludir el consumo de alcohol, ya que favorece al aumento de los triglicéridos y del peso corporal.
* Más información en www.capia.com.ar, donde está la lista de los restoranes que participan de la Semana Mundial del Huevo. 
